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Los 5 métodos más eficaces para desconectarse del trabajo en vacaciones

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El combo de alta demanda laboral y personalidad ansiosa puede ser fatal para disfrutar del descanso anual. Trucos para tomar distancia sin hacer trampa.

Dentro de las consultas más frecuentes realizadas por personas sobreocupadas en su trabajo, es decir, con un alto nivel de demanda, está la inquietud acerca de cómo desconectarse del trabajo en vacaciones. Se trata de un problema muy frecuente en todo tipo de empresas y organizaciones, donde las personas son contratadas con dedicación a tiempo completo, y parecería que esto, en algunos casos, impide disfrutar del descanso reparador.

Acceder a los mails laborales en los dispositivos móviles, pertenecer a grupos de mensajería con compañeros de trabajo y/o jefes; y estar a disposición de los clientes que -especialmente si trabajás independiente- se sienten dueños de tu tiempo 24 horas / 365 días, son dinámicas naturalizadas que, a la hora de las vacaciones, demuestran sus efectos colaterales. ¿Qué hacer para disfrutar de las vacaciones y, a la vez, no seguir enganchados en el ritmo laboral?

5 formas de desconectarse

1- Programar un anuncio automático de vacaciones en tus mails

Utilizado por millones de personas, el ‘fuera de oficina’ es un arma eficaz para alertar a los demás que estás descansando. Redactá el anuncio en un lenguaje coloquial y relacionado con el que utilizás frecuentemente. Debe ser un mensaje corto. Necesitarás programarlo desde el día previo a tu salida de viaje y desactivarlo el segundo día que regresás al trabajo (para evitar una invasión desmedida de mails justo el primer día de reingreso). Establecé una persona de back-up que te reemplazará en caso de que los asuntos sean muy urgentes.

2- Silenciar todos los grupos de mensajerías instantáneas de temas laborales

Tres días antes, enviarás un aviso de vacaciones, en tono coloquial y cordial, en todos los grupos de mensajería -como WhatsApp o similar- donde interactúas por temas profesionales. Si lo deseás, también puedes hacerlo en los demás grupos personales. A la vez, indicarás que estarás silenciando el grupo hasta tu regreso laboral. Y lo harás de inmediato. Esto te permitirá desconectarte de una gran masa de temas de todo tipo, que lo único que harían es traerte más ansiedad, o la tentación de querer estar al día con todo, aún a costa de tu descanso.

3- Tener siempre una libreta y birome a mano

Este consejo es esencial, y te permitirá limpiar tu mente de cualquier perturbación de trabajo. ¿Irrumpe un pensamiento de un tema laboral? ¿Se te ocurre una idea genial para tu empresa? Anotala de inmediato en tu block de notas, con palabras breves, fecha y hora: ya retomarás este tema cuando vuelvas. Si sos líder de proyecto, necesitarás contener tus ganas irrefrenables de llamar al equipo para pasarles el asunto. Esto puede esperar. Verás cuánto más productivo y creativo sos a tu vuelta con la mente y las emociones despejadas.

4- Vencer la tentación de llamar al trabajo

Para los que son adictos al trabajo es necesario entrenarse en evitar cualquier tipo de llamado laboral durante las vacaciones. Muchos se acostumbran a dedicarle una hora al día al trabajo, incluso restándole tiempo de disfrute personal para, simplemente, descansar. Entonces: cuidá tu tendencia a querer abarcarlo todo incluso cuando estás de vacaciones. Si necesitás sí o sí implementarlo:  a) Buscá una franja de una hora por semana para concentrar tu conexión con lo laboral, aunque, como queda claro, lo ideal es que lo evites por completo. b) Prepará al equipo para que sepan que tal día y hora será el único momento en que estarás disponible y por pocos minutos. c) ¿Te traen un problema? Que te presenten al menos tres soluciones. Esta ecuación no falla y te ahorrarás, al menos, el 90% de los problemas que un colaborador puede resolver pero siempre termina pasándotelos a vos.

5- Una única persona puede ayudarte

Buscá en tu equipo una única persona que sea la que centralice cualquier tipo de comunicación con vos. Si no tenés un asistente, combiná con un colega, y que todos sepan que será la única persona autorizada para transmitirte cualquier tema indispensable. Luego:  a) Establecé un código secreto con esta persona (por ejemplo, recién atenderás cuando haga su tercer llamado). b) La conversación se circunscribirá a cosas concretas, a hechos y decisiones rápidas. c) Todo tema que pueda ser pospuesto, así será.  d) Asumirás el reto de no implicarte en redactar tu contratos, informes, cotizaciones o cosas que requieran de tu tiempo. Lo máximo que podrías hacer -en tu hora semanal- es una revisión de materiales indispensables e impostergables que te envíen ya elaborados.

Probá estas herramientas, y verás como tus vacaciones serán días de descanso. Aprovechá para leer, hacer deporte, cocinar, estar con amigos y con la familia; o en soledad, caminando, meditando, reposando y en relax. Te lo merecés.

Fuente: cronista.com


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