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El Barça presentó a Dembelé para reemplazar a Neymar y ya vale más que Messi

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Barcelona presentó ayer en el Camp Nou a Ousmane Dembélé, quien llegó al club el fin de semana desde el Borussia Dortmund alemán a cambio de casi 150 millones de euros, es decir unos u$s 180 millones, convirtiéndose en la incorporación más cara de la historia de la entidad. El francés será el reemplazante de Neymar después de que el París Saint-Germain ejecutara la cláusula de rescisión del brasileño tasada en 222 millones de euros.

Ahora, el Barça quiere evitar que le vuelve a pasar y cifró en 400 millones de euros (u$s 477 millones) la cláusula del internacional galo, convirtiéndolo en el más caro del plantel. Es que Lionel Messi, una vez que firma su nuevo contrato, no va a superar esa suma ya que su cláusula de “liberación” pasará de los 250 millones de euros actuales a 300 millones de euros, cien menos que el nuevo jugador.

“Estoy muy contento de estar en el mejor club del mundo con los mejores jugadores del mundo. Mi objetivo es aprender de los mejores jugadores, de Luis Suárez, de Messi”, afirmó en rueda de prensa el futbolista de apenas 20 años.

Delgado y habilidoso con ambas piernas, también es la segunda operación más cara de la historia, después justamente del negocio con el capitán del seleccionado de Brasil.

“Eso no me mete presión. Es el mercado de traspasos que se ha vuelto un poco loco. Francamente, yo no le presto atención”, aseguró.

Aunque el club todavía espera cerrar una o dos llegadas antes del cierre del mercado, el presidente Josep Maria Bartomeu aseguró que con el francés “tenemos un equipo competitivo que puede optar ahora a los mayores éxitos”.

Dembélé podría haber llegado hace un año, reconoció el director deportivo del Barça Robert Fernández, pero la dificultad de tener minutos en ataque con el tridente Messi-Suárez-Neymar lo hizo decantarse por el Borussia Dortmund, que pagó 15 millones de euros al Rennes francés. La precipitada marcha de Neymar cambió la situación y Dembélé decidió forzar su marcha dejando de asistir a los entrenamientos con su club.

“Con el Borussia todo fue bien excepto al final donde fue completamente mi culpa, porque yo lo quise. Como he dicho, si no hubiera pasado esto, habría sido muy difícil venir a Barcelona”, afirmó sobre el enfrentamiento con el Dortmund, desde que decidió ausentarse de los entrenamientos a principios de agosto.

Arribado el domingo a Barcelona, la firma del contrato se retrasó por un “problema burocrático”, en principio el envío tardío de un documento desde Alemania. Esto demoró unas dos horas la presentación, a la que acudieron unas 18.000 personas, lejos de las 50.000 presentes en la llegada de Neymar en 2013.

Entre los aficionados, molestos por la gestión deportiva de la entidad, se oyeron silbidos y gritos de “Bartomeu dimisión”. En un mercado futbolístico en hiperinflación, las horas de Dembélé como segundo fichaje más caro de la historia pueden estar contadas si se confirma la marcha de Kylian Mbappé del Mónaco al PSG por 180 millones de euros.


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