El creciente protagonismo de Brasil en el ámbito internacional lleva a los argentinos a evaluar su propio lugar en el escenario mundial, mientras la actividad industrial continúa en retroceso (7,9% en septiembre en comparación a igual mes de 2008).
En artículos de opinión, blogs y ensayos de investigación, los argentinos comienzan a aceptar la idea de que su antiguo rival los ha superado, a medida que el pragmatismo del presidente brasileño Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva le gana al populismo impostado de la presidenta argentina Cristina Kirchner.
Así lo entiende The Wall Street Jornal, para el cual, mientras Brasil ganó la distinción de ser el anfitrión tanto de los Juegos Olímpicos de 2016 como del Mundial de 2014, Argentina se ha enredado en diversas peleas diplomáticas de tono nacionalista menor con sus vecinos del Cono Sur, al igual que con Estados Unidos. WSJ observa que, mientras el año pasado Brasil obtuvo el codiciado grado de inversión en Wall Street, la calificación de inversión de Argentina está a la par de la de Pakistán.
Asimsimo, ‘Lula’ Da Silva ostenta un índice de aprobación del 81% siendo un estadista internacional que mantiene buenas relaciones con el presidente estadounidense, Barack Obama, mientras Cristina Kirchner tiene un índice de aprobación de 23% y relativamente pocos amigos extranjeros más allá del venezolano Hugo Chávez.
Horacio Pozzo, un economista del sitio financiero Latinforme.com, escribió hace poco: "Argentina sigue dudando hacia dónde avanzar. Mientras tanto, sigue perdiendo mercados a nivel internacional, los cuales están siendo captados por la economía brasileña".
En su reseña, Wall Street Jornal recuerda que Brasil tiene una superficie casi tres veces mayor y una población casi cinco veces superior a Argentina. Pero detalla que entre 1890 y 1940, en medio de la bonanza agraria en las pampas, la producción económica de Argentina superó la de Brasil. Durante la segunda mitad del siglo pasado, sin embargo, la economía argentina sufrió una caída notable en comparación con el resto de la región, y quedó relegada a una "insignificancia dentro del contexto internacional", lamentó un ensayo reciente de IDESA, el Instituto para el Desarrollo Social Argentino, un centro de estudios en Buenos Aires.
Las diferencias entre las políticas argentinas y brasileñas sin dudas han sido notorias en los años desde que en 2001 Argentina declaró la mayor cesación de pagos de deuda soberana de la historia, soportó una horrenda contracción económica en 2002, pero se recuperó con fortaleza en medio del auge de los commodities con seis años de crecimiento promedio de 8%.
Brasil, en cambio, se tambaleó al borde de la cesación de pagos en 2002, pero siguió cumpliendo con sus obligaciones, y ahora de hecho se ha convertido en un acreedor neto. El clima político y económico estable que impera en Brasil lo ha convertido en un país que prefieren mucho más tanto los inversionistas extranjeros como los cancilleres de otros países.
No obstante, Javier González Fraga, un empresario y ex presidente del Banco Central, afirmó en un artículo de opinión que Argentina debería dejar de preocuparse por el éxito de Brasil y comenzar a colgarse de él. “Si Brasil está destinado a ser el EE.UU. de América del Sur, entonces Argentina debe convertirse en algo más parecido a Canadá que a México”, escribió.
Sigue el retroceso industrial
La actividad industrial argentina experimentó en septiembre un incremento del 3,2% en comparación con agosto, pero al mismo tiempo una caída del 7,9% en comparación a igual mes del año anterior. En tanto, en los primeros nueve meses de este año se registró una caída acumulada de la actividad del 8,8%.
Las cifras, procesadas por la Unión Industrial Argentina (UIA), contrastan fuertemente con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), para el cual hubo un alza interanual del 0,1%.
El informe de la UIA destaca que “si bien el retroceso interanual sigue siendo importante, se trata de uno de los menores registrados en el año". La entidad indicó que cuatro sectores mostraron crecimiento: productos químicos (3,1%), caucho y plástico (2,4%), productos textiles (no se informó la cifra) y papel y cartón (2,3%).
Mientras tanto, el consumo de energía en Argentina cayó un 0,7 por ciento interanual en octubre, marcando el octavo mes de caída en el año, nuevamente por la baja en el consumo en algunas provincias del interior del país, según un informe de la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec) publicado este jueves. "En lo que va del 2009, se acumula una baja interanual del 1,2 por ciento", indicó el reporte.
Mariano Lamothe, economista de la consultora abeceb.com, estimó por su parte que a fin de año la industria cerrará con una caída global del 6%, pero aclaró que a diferencia de la crisis anterior (2001-2002), en esta ocasión se trata de un proceso que será más corto y menos homogéneo.