La construcción se enfrenta a la realidad de precios que crecen por encima de los valores establecidos por la Nación en base a las estadísticas del Indec, los exportadores ven cómo los mercados van perdiéndose por la falta de competitividad y los pequeños empresarios reducen rentabilidad para subsistir. Cada sector intenta una fórmula propia para superar la crisis y creer en la reactivación.
Nahuel Hyon, presidente de la Cámara PyMEs señaló que el objetivo que se plantearon es mantener el nivel de empleo, evitando que se genere lo que ocurrió en el 2001 con la desvinculación masiva de gente que provocó un problema social muy grande.
Bajo esa premisa dijo que las 2/3 partes de las empresas que sobrevivieron al 2001 intentan conservar su actividad reduciendo rentabilidad, proceso en el que además está involucrado el Estado que actualmente concurre en ayuda de las PyMEs a través de programas como el implementado por el Ministerio de Trabajo de la Nación que mantiene 70 mil puestos de trabajo en todo el país con el REPRO, que significan $600 para las que estén en crisis. En el ese aspecto aclaró Hyon que el 42% del mercado salteño lo ocupan las PyMEs (industriales) de alimentos y bebidas, el 13% las de madera, un 17% la metalmecánica y un 28% representa el resto de las actividades industriales.
Sobre el financiamiento y la oferta de créditos con las que tanto el gobierno nacional como provincial políticamente se promocionan, dijo que contrariamente a lo que se estima el acceso a los créditos del Banco Nación por parte de las PyMEs industriales es bajo, donde el 73% no solicitó ningún crédito, un 14% se encuentra en trámites previos y un 8% lo solicitó pero no se lo otorgaron, alcanzando los beneficios solo el 5% de ellas.
Recalcó que el crecimiento de las PyMEs se produjo con los aportes de reinversión, lo que es sorprendente para economías desarrolladas.
Aquí se falla en la instrumentación.
Hubo líneas desde el Nación con parámetros que marcaban que se prestaron $34 millones de pesos entre Salta y Jujuy, pero esa falla para acceder, está dada porque los requisitos ponen a todas las empresas bajo las mismas exigencias y las regiones y realidades son diferentes", señaló.
Al respecto dijo que en esa metodología las organizaciones intermedias no cuentan con la capacidad de gestión como para intervenir, entonces todo el proceso queda en manos del Estado a través de sus organismos, que generalmente no tienen sedes en todo el país. Hizo referencia a la política que en Brasil se implementa y que lleva a que existan 500 oficinas para PyMEs en todo el país, descentralizando, con una masa laboral del 0,6% dedicada para el sector. Más adelante destacó que también en la Provincia cuesta establecer el reconocimiento de la organización intermedia.
El Consejo Económico Social que todavía espera su instrumentación, sería la herramienta para que participen esas entidades, ya que deben estar gestionando la elaboración de políticas sectoriales, y que no ocurre. "Así el estado se convertiría en un promotor y no en un obstaculizador, donde exista una Secretaría PyME vigorosa, que contenga al sector que en lo laboral toma un porcentaje importante de mano de obra", señaló.
