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Aseguran que es “alarmante” el aumento de la pobreza en Argentina

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El avance de la pobreza en la Argentina alcanzó niveles "alarmantes" y el deterioro del poder adquisitivo en los hogares provocó una caída en el consumo de distintos rubros como gastos médicos, mientras que se duplicó en el último año la cantidad de hogares con "riesgo alimentario". Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica, entre los sectores más bajos de la sociedad aumentó del 12 al 22% la cantidad de hogares con riesgo alimentario entre 2008 y 2009.

El informe señaló que "todo incremento que se observe en el costo de la Canasta Básica Total por encima del ingreso de los hogares aumenta la pobreza".

El trabajo alertó que entre 2008 y 2009 se disparó la caída en todos los índices de consumo, inclusive de gastos médicos.

La información procede de boletines del Observatorio de la Deuda Social Argentina, del Departamento de Investigación Institucional de la UCA.

Los mismos indican que, según una encuesta de seguimiento a un mismo grupo de hogares y personas, en el Gran Buenos Aires y Gran Córdoba, "el mayor deterioro se registró" en esas áreas donde se duplicó el número de familias en peligro alimentario.

Según pudo comprobar la agencia Noticias Argentinas, tanto en conurbanos como en las grandes ciudades, diariamente se produce la salida del sistema y la búsqueda de subsistencia en la calle.

Los investigadores aseguran que la acumulación de dificultades económicas durante el último año "exige una mirada más cuidadosa de la situación presente".

La cronología de la que parten hasta llegar a la frase de Benedicto XVI sobre el "escándalo de la pobreza en Argentina" es que Argentina cambió "luego de experimentar más de cinco años de crecimiento ininterrumpido con mejoras en diferentes indicadores sociales".

A eso se sumó "el inevitable aunque moderado efecto recesivo de la crisis financiera internacional sobre la actividad interna, las finanzas públicas y las expectativas de inversores y consumidores", sostiene el Observatorio.

Ante la "ausencia de estadísticas oficiales confiables capaces de brindar una respuesta cierta a estos interrogantes", los especialistas de la UCA analizaron los resultados de una encuesta aplicada en mayo de este año.

El Observatorio de la Deuda Social Argentina realizó un relevamiento especial a través de un panel de 466 hogares que fueron entrevistados el año anterior por lo que se trata de un seguimiento de un mismo grupo de individuos-hogares, destaa NA.

Pero "el mayor impacto se sintió fundamentalmente en los sectores más bajos de la sociedad 12% de los hogares del estrato muy bajo estaban en riesgo alimentario en 2008 frente el 22% en 2009".

"La no compra o sustitución de comida trepó a un 55%de los hogares y la reducción en la compra de ropa a un 49%", se indicó.

La caída en el nivel de consumo fue visible también en otros indicadores de gasto.

Por otra parte, el retrasarse o no pagar algún impuesto o servicio por iguales motivos involucró al 28 y al 26%, respectivamente.

Por último, las salidas por actividades recreativas cayeron en el 67% de los hogares.

"Así, mientras que los sectores más postergados dejan de comprar alimentos y ropa, en los sectores con mayor poder adquisitivo se produce una sustitución de marcas y una disminución de la calidad de lo que se consume", es el cuadro.

Como hecho curioso, el avance del deterioro socio-económico argentino produjo una paradójica "disminución de la brecha" producto de la crisis, pero igual "la estructura de la desigualdad de nuestra sociedad se sigue reproduciendo".

En la actualidad, más del 44% de los hogares entrevistados admite que el dinero que lograr reunir por mes no les alcanza para afrontar los gastos mensuales.

El temor de quedarse sin techo es mayor en los sectores de bajos recursos: uno de cada tres hogares del estrato muy bajo.

No obstante esto, el Observatorio destaca que para 2009 casi la mitad de la población del estrato muy bajo teme quedarse sin trabajo mientras que el año anterior ese porcentaje se ubicaba en el 35 por ciento.

En este sentido, se comprueba que los cambios regresivos han sido más intensos entre los hogares más pobres, los trabajadores vinculados a la economía informal y las familias residentes en las ciudades del interior del país.

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