Las empresas argentinas de desarrollo de software compiten día a día con pares de todo el mundo para conseguir mejorar su posición en un mercado cada vez más competitivo.
Más allá del ingenio propio que desde todo el mundo le reconocen los profesionales argentinos, es también muy cierto que las firmas locales suelen correr con desventaja en diferentes aspectos a la hora de conseguir la fidelización de sus empleados.
No obstante, una firma argentina pretende cambiar esto y llevar adelante una iniciativa específica para finalmente sus trabajadores sientan que todos ganan. Se trata de 10Pines, una empresa de desarrollo de software que permite a sus empleados decidir el aumento de sueldo de sus compañeros.
La empresa desarrolló tecnología para clientes como Burger King, Starbucks, Ualá, Claro, Turner, Fox, Supervielle, Satellogic, JP Morgan, entre otros. Por ejemplo, desarrollaron Starbucks Rewards, un sistema de recompensas para beneficiar a los clientes de la cadena de cafés para “aumentar la fidelidad de los clientes”.
En total, 85 empleados trabajan para 10Pines y tienen la libertad de decidir su remuneración. Cómo funciona su modelo participativo y qué otras empresas ya lo copiaron.
JERARQUÍA HORIZONTAL
La empresa 10Pines desarrolló un método de organización sociocrático ya que los empleados se organizan y se corrigen a sí mismos desde hace ya 12 años.
El ajuste de salarios se decide tres veces al año en una reunión de honorarios. Todos tienen la obligatoriedad de participar excepto personal en etapa de prueba.
Sin embargo, el sueldo final no debe ser revelado, es decir, nadie sabe cuánto ganan los otros. Además, otro dato curioso es que no existen gerentes ni directores en 10Pines sino que son llamados maestros o asociados.
“Como no hay jefes que decidan los aumentos, delegamos el poder al pueblo”, explicó Jorge Silva, cofundador y “maestro” de la firma tecnológica.
El emprendedor espera que el modelo sociocrático lleve a un modelo justo e iguale los salarios entre mujeres y hombres. “En muchas empresas, los salarios se pueden fijar en la sombra. Pero de esta manera, queda claro y se rinden cuentas”, argumentó Silva.
Por ejemplo, un trabajador, Ariel Umansky, decidió rechazar una propuesta de aumento salarial del 7% ya que no podía justificarlo.
“Me sentí un poco inseguro y expuesto por ganar cerca o incluso más que personas que consideraba que tenían un mejor desempeño que yo”, afirmó Umansky. Esta no es la primera vez que rechaza un aumento de sueldo.
QUÉ OTRAS EMPRESAS ARGENTINAS SIGUEN EL MISMO MODELO
En la actualidad, 10Pines asesora a otras empresas argentinas a seguir su modelo. Por ejemplo, Redbee, una compañía dedicada al diseño de productos digitales, también resolvió que el 50% de las ganancias se repartan entre todos sus trabajadores.
La iniciativa se contextualiza en la premisa “Profit Share” (ganancia compartida) que, según Redbee es un hito para la empresa, una iniciativa completamente disruptiva y una estrategia revolucionaria. En total, se repartieron $22 millones en 2019.
“Cada vez más empresas lo están empezando a ver. Antes de implementarlo, hablamos con la gente de 10Pines, con quienes tenemos relación. Nos sirvió mucho dialogar con ellos, porque queríamos saber qué pasaba el día después. Y la verdad es que fue todo súper positivo lo que nos contaron”, aseguró Guillermo López, COO de Redbee, oportunamente a Infotechnology años atrás.
A diferencia de lo que sucede en Silicon Valley, donde es común que las empresas repartan acciones entre sus empleados y, a partir de ellas, reciban dividendos, en la Argentina ese modelo es hasta el momento inviable por contar con limitaciones prácticas y legales.
“Este modelo de ‘Profit Share’ no es repartir acciones como Silicon Valley. Estamos buscando un modelo de organización, que sea afín con los intereses y valores que comparten los socios fundadores y también quiénes llegamos después a la compañía“, explicó López.
Fuente: El Cronista