Los empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA) van a apostar a que el Senado le haga modificaciones al proyecto de Ley de Aporte Solidario, conocido como Impuesto a la Riqueza. Es una de las tareas que les queda por hacer cuando la iniciativa pase a la Cámara alta, aunque ese proyecto forma parte de un listado de iniciativas parlamentarias que preocupan a los industriales.
El tema se analizó durante el encuentro que mantuvo ayer el Comité Ejecutivo de la UIA que encabeza Miguel Acevedo. La denominada “mesa chica” de la conducción fabril también hizo un repaso de los proyectos que se discuten en el Poder Legislativo que podrían impactar negativamente en los costos.
Carolina Castro, la empresaria autopartista integrante del Comité Ejecutivo, comentó a Ámbito, que más allá de la iniciativa del impuesto, que genera el rechazo de los directivos, “se habló de otros proyectos legislativos que preocupan como son el de Ley de Etiquetado, el de Plásticos de Único Uso y el de Prescripción de plazos para juicios laborales”.
El primero de ellos obliga a las alimenticias a identificar con un octógono negro a los alimentos con altos contenidos de azúcar, sodio o grasas saturadas, entre otras cosas. El segundo directamente pretende prohibir en Argentina el uso de plásticos no reciclables, mientras que el tercero eleva de dos a cinco años el plazo por el cual un empleado que concluyó una relación laboral, puede exigir a la empresa una compensación en caso de no estar de acuerdo con la indemnización. Se trata de proyectos que más allá de su pertinencia, representan incrementos de costos para las empresas golpeadas.
“Seguramente tengamos una estrategia legislativa con el Senado, del mismo modo que tuvimos con Diputados. Esperamos tener un debate un poco más técnico. El Congreso está integrado por dos cámaras”, dijo la empresaria.
Castro indicó que “la parte patrimonial personal del impuesto no es algo que estemos discutiendo”. La empresaria señaló que desde la UIA “se plantea una discusión sobre la parte de los activos productivos que es un capital social del país”. “No suena lógico gravar eso, pero sí es lógico gravar las fortunas efectivamente personales” indicó la industrial, quien consideró que desde la central fabril se estima que “serían más” de los 9.000 contribuyentes que calcula la AFIP los que serán alcanzados por el gravamen.
Para los empresarios el impuesto parece un “error conceptual”. Sostienen incluso que parece contradecir la propia política del Gobierno que pretende llevar adelante un blanqueo de capitales para incentivar la construcción y al mismo tiempo le aplica un tributo.
En otro aspecto, los industriales analizaron la marcha de la economía. El Centro de Estudios de la UIA (CEU) informó que en septiembre la actividad del sector creció 2,6% en forma interanual, y 5,6% en términos intermensuales, lo que confirma algunas señales de recuperación de la actividad luego del pozo generado por la pandemia. Castro dijo que “por lo menos dejamos de caer”, pero consideró que es necesario mantener la cautela ante el optimismo que expresan los funcionarios del Gobierno respecto de algunos datos positivos que está mostrando la economía.
Las expectativas se van concentrando ahora en el final del mes, cuando se lleva a cabo de manera virtual la Conferencia Industrial Argentina, el encuentro anual que la UIA organiza en el que invita a los funcionarios del Gobierno. Está previsto que el cierre esté a cargo del presidente Alberto Fernández.