Se tratá de un proyecto que será patentado por Argentina. Funciona en el INTA de Balcarce.
La plataforma automática permite optimizar la reducción en el uso de agroquímicos y habilitó la utilización de germoplasma para el desarrollo de nuevas variedades de soja.
Los resultados del invento abren un enorme campo de posibilidades para el cultivo de soja. El robot evalúa distintos genotipos de soja que se producen en la región respecto de su capacidad para tolerar el déficit sequía. Ya se presentó la patente.
Este proyecto fue denominado “Aproximación genómica integrada en el Mercosur para la prospección de genes útiles al mejoramiento de la soja frente al estrés biótico y abiótico”. Y surgió a partir de una convocatoria inicial del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación en 2007 en colaboración la Comunidad Europea abierta al Mercosur. En consecuencia, se eligió investigar en soja ya que no existía un trabajo sistemático ni coordinado entre las instituciones públicas. Por eso, tras la propuesta, se tuvieron en cuenta vinculaciones ya establecidas en Argentina con otras instituciones tales como el INTA, Conicet, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres de Tucumán (Eeaoc) y la Universidad de Buenos Aires, entre otras.
La novedad se dio a conocer esta semana en el marco de la presentación de Biotecsur, es decir, una plataforma de biotecnologías que vincula a los sectores privado, académico y públicos de Argentina, Uruguay, Paraguay y Uruguay que conforman el Mercosur. De esta forma se articula las capacidades científico tecnológicas disponibles en la región con el sector productivo. Biotecsur se propone el desarrollo de acciones enfocadas en temas prioritarios en biotecnología para la región, de modo de promover su competitividad. Se trata de una iniciativa que surge de la cooperación entre la Unión Europea y el Mercosur gestionada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina. Son varios los proyectos en marcha.
Así fue como en relación a la soja se creó un programa científico-técnico orientado fundamentalmente a la optención de resultados prácticos que rápidamente se pudiesen transformar en tecnología.
“La idea era encontrarle valor agregado a un cultivo con una importancia clave para la economía de todo el Mercosur. Sabíamos que, en definitiva, se iba a traducir en beneficio para nuestras respectivas sociedades”, dice el doctor Atilio Castagnaro de la Eeaoc.
El objetivo puntual del proyecto fue buscar genes útiles al mejoramiento genético de la soja que permitan llevar este cultivo a regiones maginales, donde exista menor pluviometría (agua), para volverlo más eficiente. Se sabe que el uso del agua es un recurso clave en la agricultura. De esta manera será posible que lugares con más agua sean ocupados por otros cultivos o producciones.
Además, se pretende que esos genes o la tecnología derivada del uso de genes permita hacer un manejo más sostenible de las enfermedades principales de la soja con la intención de reducir el uso de agroquímicos sintéticos.
“En este sentido buscamos genes involucrados en la defensa de patógenos causantes de dos enfermedades: La roya asiática de la soja y la podredumbre carbonosa”, explica Castagnaro.
Por Daniel Della Torre
Fuente: La Voz de Tandil