Cuando dos grandes organizaciones internacionales recalcan un mismo tema, los inversores deberían prestar atención. Cuando ese tema es el riesgo de que haya escasez de dólares fuera de Estados Unidos, todos deberían tomar nota.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco de Pagos Internacionales mencionaron ese potencial peligro en sus últimos informes. Los analistas e inversores de los bancos también están empezando a conversar sobre las implicancias de que haya menos dólares, en particular para los mercados emergentes, dado que la FED deja la puerta abierta a una mayor relajación del programa de estímulo multimillonario implementado después de la crisis financiera.
El aluvión de dinero en efectivo elevó los precios de los activos y hizo bajar los costos del endeudamiento en todo el mundo. También ayudó a impulsar el crecimiento de mercados nuevos, como el mercado internacional de bonos en dólares en Asia, donde el endeudamiento alcanzó niveles récords este año.
Antes de la expansión cuantitativa (QE), casi todos los que querían endeudarse en dólares debían presentarse a administradores de fondos norteamericanos. Más recientemente, esos mismos fondos abrieron oficinas locales para permitirles acceso a operaciones fuera de Estados Unidos.
La reciente discusión sobre la disponibilidad de dólares surge en un momento en que los funcionarios de la Fed empiezan a mencionar la idea de achicar el balance de banco central, de u$s 4,5 billones, posiblemente a partir de fines de este año.
Una vez que la Fed disminuya sus compras de bonos del Tesoro y otros títulos valores, los dólares que aparecieron en todo el mundo a través de esas operaciones empezarán a desaparecer.
“El endurecimiento cuantitativo será un tema interesante”, dio James Montier de GMO, una administradora de activos. “La política monetaria estadounidense ha sido increíblemente blanda después de la crisis financiera. Si EE.UU. está entrando en una fase de endurecimiento más general, el resto del mundo se verá forzado a importarla y eso será un interesante experimento para la gente que ha vivido la mejor parte de una década de dinero barato”.
Los dólares también volverán a Estados Unidos mediante algún blanqueo fiscal otorgado por Washington, el cual permitirá a las compañías repatriar ganancias por cientos de miles de millones, según el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, que permanecen en el extranjero para evitar el pago de impuestos a alícuotas norteamericanas. Los estudios indican que la mayoría de esos fondos ya está en moneda estadounidense.
A pesar de la inundación de dólares pos crisis, las tasas del mercado de dinero sugieren que los dólares son algo escasos desde la crisis financiera.
Los inversores no estadounidenses tienen que pagar una prima para canjear sus fondos a dólares a través de los swaps de cruce de monedas.
El costo ha variado con las condiciones del mercado. El ejemplo seguido más de cerca es el swap entre dólares y yenes, donde los inversores japoneses especialmente las aseguradoras de vida son tradicionalmente grandes compradores de activos norteamericanos, en particular en los meses posteriores al cierre de su ejercicio fiscal el 31 de marzo. Frente a los rendimientos de bajos a negativos en el país, se espera que compren aún más activos en dólares lo que potencialmente subirá el costo general de conseguir moneda estadounidenses en el proceso para otros.
Asia en términos generales, probablemente se vea fuertemente perjudicado si se produce un retiro de dólares. Cada incremento de u$s 100 en el programa de QE de la Fed enviaba u$s 15 a Asia para un ingreso de fondos acumulado de u$s 500.000 millones, según Sameer Goel, director de estrategia macro Asia en Deutsche Bank.
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