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La economía cayó 2,3% en 2016, pero mostró leves señales de rebote sobre el cierre del año

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Como consecuencia de los retrocesos en la inversión y el consumo privado, la economía cayó 2,3% en 2016. Sin embargo, el fin del año mostró un tibio rebote de la actividad.

Sólo estadísticamente, la Argentina salió de la recesión. Una revisión metodológica del resultado del tercer trimestre del año pasado -que había mostrado una baja desestacionalizada mensual del 0,2% y fue revisada como una suba del 0,1% ayer- y el dato del cuarto trimestre, que reflejó una suba respecto del trimestre anterior del 0,5%, permitieron cumplir con la norma técnica que dice que dos trimestres consecutivos con subas avalan tal consigna.

No obstante, analistas consultados por LA NACION destacaron que la actividad sólo se estabilizó en el tercer trimestre y comenzó a dar leves signos de recuperación en los últimos tres meses de 2016. Incluso algunos afirmaron que el primer bimestre de 2017 viene aún con resultados mixtos que no ofrecen señales de consolidación para un despegue.

 

El informe de Avance de la Actividad Económica del Indec difundido ayer muestra que la economía cayó 2,1% en el cuarto trimestre de 2016 con relación al mismo período del año anterior. Fue la tercera caída anual consecutiva. En el acumulado del año, como se mencionó, la baja fue del 2,3%, mientras que el dato mensual desestacionalizado se destacó con un alza del 0,5%.

“Si el PBI argentino fuera un quiosco, a fines de 2015 vendía diez chocolates, a mediados de año pasó a comercializar ocho y a fines de 2016, nueve”, explicó un economista para graficar la situación de la Argentina, que consolida su quinto año consecutivo con un crecimiento “serrucho” que oscila entre más y menos 2% interanual y que promedia una tasa de -0,3%. El acumulado de ese período es una baja de 1,5%, según la consultora Labour, Capital & Growth (LCG).

 

El PBI terminó en $ 704.330 millones (a precios de 2004), cuando en 2015 ese número había sido de $ 720.898 millones. La lluvia de inversiones nunca llegó: la formación bruta de capital fijo cayó 5,5% en el año, impactada fundamentalmente por la baja de la construcción (-12,8%). La compra de maquinaria y equipo cayó 1,1%, mientras que el equipo de transporte mejoró (+10,3%), pero impulsado principalmente por la importación de vehículos desde Brasil (+32%). En ese sentido, la inversión como porcentaje del PBI retrocedió al 14,7% (a precios corrientes), el nivel más bajo desde 2003.

El consumo privado, según el Indec, cayó 1,4% en el año -y 2,1% en el cuarto trimestre-, un dato muy por debajo de lo que marcaron algunas consultoras especializadas (hasta 4,7%), mientras que el público avanzó un muy bajo 0,3%. Como dato positivo, el comercio exterior retomó cierta vitalidad, sólo gracias a la base de comparación mínima que había dejado el kirchnerismo con cepo cambiario y fuga de dólares. Las exportaciones crecieron 3,7% en el año, mientras que las importaciones (signo de la conflictividad de estos tiempos) avanzaron un 5,4%, según el Indec.

De los 16 sectores de la economía que relevó el organismo, sólo seis mostraron crecimiento. Los sectores que más riqueza generan perdieron fuerza. La industria cayó 5,7%; el comercio, 2,6%; las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, 0,7%. La única, entre las grandes, que mejoró en 2016 fue la administración pública. En el año, el campo mostró una baja del 5,5%. No obstante, en el último trimestre esta actividad pasó a terreno positivo -sobre todo por la cosecha récord de trigo- y creció 1,6%, lo que impulsó también al transporte a lograr la segunda marca del año (+3,7%).

“En 2016 se avanzó sobre desequilibrios clave para acceder a un sendero de crecimiento sostenible, pero resta sentar las bases para un crecimiento genuino de mediano plazo. Esto es mayor competitividad, energía suficiente, estabilidad de precios relativos, tasas de interés, sendero de reducción del déficit, entre otras”, indicó LCG, que espera este año un alza del 3%, cinco décimas inferior a lo estimado en el presupuesto. “La recuperación del último trimestre estuvo impulsada por la producción agrícola, con muy buenas campañas de trigo y maíz, y un sector público más expansivo”, afirmó Gabriel Zelpo, economista de Elypsis. “El primer trimestre de este año no presentó modificaciones significativas en cuanto a la composición del crecimiento respecto del anterior.”

“Por el arrastre estadístico, para crecer al 3,5% en 2017, o sea, a la meta oficial, la economía tendrá que trepar en términos desestacionalizados casi 1,5% por trimestre, un crecimiento muy ambicioso”, indicaron en la consultora Ecolatina.

“El agro cayó, la industria cayó, la construcción cayó. Sólo en el margen se va a mejorar un poco en 2017. Igual, el primer trimestre viene medio mixto”, previó Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein. “La economía puede arrancar recién en marzo, con la cosecha gruesa y las mejoras salariales de las paritarias. Pero todavía vemos una economía muy regulada, distorsionada”, destacó Fausto Spotorno, director de Orlando Ferreres y Asociados.

Fuente: LA NACION

 


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