La ciencia puede explicar lo que ocurre a diario, pero sin embargo a medida que se avanza tecnológicamente se retrocede en materia de Medio Ambiente. Desde esta realidad, Pedro Dilmar Villagrán se mostró partidario de lograr que el mismo conocimiento sea aplicable para mitigar el impacto del daño.
Pedro Dilmar Villagrán, salteño de nacimiento realizó todos sus estudios en esta Provincia. La primaria en la Escuela Bélgica de Salta Capital, el secundario en el Colegio Belgrano (Bachiller), su formación de grado en la Universidad Nacional de Salta recibiendose de Ingeniero Químico y luego realizó la especialización en Higiene y Seguridad en el Trabajo, en la Universidad Católica de Salta.
Recordó que dos hechos determinaron su elección, por la ingeniería , "uno fue mi marcada tendencia y admiración a las ciencias, física, química y matemáticas y la segunda razón, que volcó la balanza frente a otras alternativas fue la realidad del momento histórico que vivía nuestro país en ese momento, ya que en 1984, en pleno 'estreno' democrático, se prometía y vislumbraba un país con un alto desarrollo tecnológico e industrial".
En ese contexto se daba una oportunidad especial para las áreas de Minería, Petróleo y Gas, por lo que la carrera de Ingeniero Químico, se presentaba como la mejor alternativa que cumplía con los objetivos profesionales de cualquier joven que con toda ilusión y esperanza quería colaborar con el desarrollo industrial y tecnológico abrazando las ciencias.
Hoy desde la experiencia diaria, el ingeniero Villagrán dice que la ciencia está presente en todo lo cotidiano ya que todo puede ser explicado a través de ella, en sus distintas ramas, pero en la medida que se avanza tecnológicamente, se hace uso de lo que se aprende científicamente ya que facilita y mejora el accionar de todos los días. "Así podemos pensar en comunicaciones, procesos industriales, medicina, genética, etc., pero, como todo lo que el hombre hace o emprende, siempre hay una contraparte, siempre hay algo que se altera.", dijo.
Por eso es partidario de compatibilizar, la ciencia, el desarrollo tecnológico con lo cotidiano, en pro de lograr que los avances y desarrollos minimicen el impacto en el medio ambiente, además de ser una obligación la de buscar técnicas, aplicando las mismas ciencias, para revertir el daño ocasionado al ambiente, "este es el reto que tenemos que afrontar desde ahora hacia los años que siguen", destacó.
"Así un proyecto científico tendrá por objetivo crear las herramientas que podrán ser utilizadas por grupos humanos que busquen beneficios económicos que proveerán a sus integrantes de mejor calidad de vida", señaló el profesional.
Para Villagrán el científico, investiga, estudia y crea conocimientos y las herramientas; los empresarios toman esos conocimientos y herramientas y realizan inversiones, generando trabajo que colabora con el desarrollo personal de un sector de la población. Reconoce en la familia, la base, donde el ser humano se debe apoyar para recorrer el camino que lo lleva a cumplir con los objetivos y metas prefijadas.
"Si perdemos de vista, la familia, como concepto, obtendremos un vacío trascendental ya que nuestras metas y objetivos no tendrán más destinatarios que nosotros mismos, y eso es egoísmo en su más clara interpretación y pobreza de mente y espíritu", definió.
Con tristeza reconoce que gran parte de la juventud muestra un desinterés importante por su futuro. En este sentido es partidario de que esa situación debe cambiar, "nuestra juventud está en crisis y como siempre toda crisis nos da la oportunidad de cambio". En ese aspecto se mostró partidario de una vuelta a los valores que se deben propugnar. "Siempre se dijo que al futuro nos lo forjamos nosotros mismos, por ello los invito a participar en todos los estamentos de la vida y en especial en la familia y política, es la única forma de impulsar los cambios que necesitamos para construir un futuro más promisorio para todos", concluyó.