Para 2010 las empresas prevén restringir aún más sus inversiones y mantener el perfil conservador que les imprimieron a sus negocios a lo largo de este año, como consecuencia de la incertidumbre reinante en los mercados y el marcado deterioro que sufrieron en sus ventas y en la rentabilidad. Esa es una de las principales conclusiones de la encuesta que realizó la consultora Ernst & Young entre ejecutivos argentinos y que fue presentada ayer durante la 30a convención anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), que se realiza en esta ciudad.
"En el mediano plazo hay optimismo. Aunque las inversiones están previstas para el corto plazo y serán para mantener lo existente, nadie prevé una inversión para una línea nueva. Podríamos decir que las empresas siguen capeando el temporal", dijo Ernesto San Gil, socio director de Ernst & Young.
El presidente del IAEF, Martín Ramos, sostuvo que "a la Argentina de hoy, a la incertidumbre global, se le agrega la incertidumbre local, basada en una incertidumbre política que genera miedos al no saberse qué pasará con la política económica en los próximos tiempos".
La encuesta muestra el clima actual que se respira en los mandos directivos, pues se realizó entre el 9 y el 22 de septiembre pasado y participaron empresas que en conjunto reúnen una facturación de $ 200.000 millones al año. Allí quedó en evidencia que las inversiones que los privados hicieron durante este año tuvieron como objetivo casi exclusivo atender el mercado interno para no perder posiciones, cubriendo la depreciación del stock existente.
En tanto, de los datos de la encuesta -que fueron presentados al auditorio, pero cuya copia no se entregó a la prensa- se nota claramente que las empresas sufrieron una fuerte pérdida con respecto al año pasado. Eso las llevó a replegar sus inversiones. Asimismo, la desaceleración de las inversiones produjo una liberación en la capacidad instalada y por eso de la encuesta surge que un alto porcentaje de las empresas tienen capacidad ociosa y por lo tanto están en condiciones de absorber futuros aumentos de producción.
La incertidumbre y la creciente preocupación sobre regulación que las empresas observan sobre la economía del país son dos de los factores que retraen las inversiones, se destaca en la encuesta.
Ramos hizo un fuerte llamado a los dirigentes para mejorar el clima de negocios en el país. "Es muy importante que el Poder Judicial trabaje para reducir los costos legales empresariales y la industria del juicio, y que tanto la Nación como las provincias trabajen para mejorar el clima de negocios, incentivando la inversión, así como la financiación de largo plazo y el desarrollo del mercado de capitales, que hoy es tan pequeño", dijo.
Eso quedó plasmado en la encuesta. El 47% respondió que el Gobierno debería generar un ambiente positivo para los negocios, dando previsibilidad y seguridad jurídica.
FUENTE: La Nación
