Mascar chicle, mirar el celular o no informarse sobre la empresa a la que aplica son algunos comportamientos que pueden ser decisivos al momento de contratar a un empleado. Por qué son mal vistas.
El momento de la entrevista laboral es uno de los más estresantes para los futuros candidatos que quieren demostrar a toda costa que son los indicados para el puesto. A pesar de que muchos especialistas concuerdan con que las primeras impresiones son de suma importancia, algunas frases o actitudes del entrevistado pueden llegar a tener más protagonismo.
Para el licenciado en Recursos Humanos Carlos Contino, director de Cona RH, cada entrevistador tiene sus paradigmas, prejuicios o preconceptos de los comportamientos que muestran los entrevistados durante la entrevista. “Durante el proceso, que generalmente no dura más de 30 minutos, el candidato se juega su futuro y en ese tiempo el entrevistador interpreta“, dijo.
De este modo, el especialista enumeró una serie de acciones no recomendables para cada entrevista y las interpretaciones que puede llegar a realizar un profesional en recursos humanos. Éstas son:
1- No desacreditar a ex jefes, pares ni subordinados
“Una de las interpretaciones que puede realizar el profesional de recursos humanos es que es una persona que desacredita los juicios y actitudes de otros“, afirmó Cona. Además, el profesional explicó que es importante hablar de uno mismo y de nadie más en la entrevista para poder tener una mejor experiencia y conocer a fondo al candidato.
2- Tener exceso de confianza con el entrevistador
Comentarios que supongan actitudes raras pueden ser interpretadas como dificultad con la autoridad. Y es que hay una delgada línea entre la cordialidad y la simpatía que puede llegar a definir el destino en una entrevista laboral.
3- Preguntar por el sueldo en instancia muy temprana
Esta actitud no es recomendable, para el licenciado Contino, ya que en esta instancia puede ser interpretado como que sólo le interesa el dinero y el incentivo económico: “Hay otros valores que debería valorar en ese momento”.
4- Extenderse en las respuestas con agregados que no hacen a la cuestión
Las entrevistas duran aproximadamente 30 minutos en donde la persona debe demostrar su capacidad para responder las preguntas así como la capacidad de sintetizar sus ideas.
5- Mostrar desesperación o ruego por el trabajo
La acción de rogar no está bien vista en una entrevista de trabajo ya que, según Contino, el reclutador profesional no lo tomará en cuenta y quedará como una persona inestable.
6- Mascar chicle o caramelos durante la entrevista
Al igual que las primeras impresiones, es importante mantener la imagen durante toda la entrevista. Mascar chicle durante el encuentro puede ser interpretado como la falta de manejo de ansiedad de esa persona.
7- Llegar fuera del horario citado
“Llegar antes se interpreta como ansioso , llegar después muestra desinterés o falta de previsiones así como poca importancia por la propuesta a la que se postula”, enfatizó Contino.
8- Averiguar lo que la empresa hace en la entrevista
Mostrar conocimiento acerca, no solo de la empresa, sino también del puesto a cubrir, es indispensable. Intentar averiguar en el momento indica poco interés, al punto de que el postulante ni se tomó la molestia de unos minutos, de sentarse frente a una computadora o tomar el celular e investigar sobre la compañía.
9- No mentir sobre fechas, títulos o trabajos previos
Una cosa es no decir, no profundizar sobre un defecto en la capacidad o un aspecto negativo de la personalidad. Otra, muy diferente, es mentir. Los desajustes entre el curriculum vitae y la realidad se pueden interpretar como una persona que es distraída o mentirosa: “El reclutador puede pensar ¿qué más no será verdad?”, afirmó el director de Cona RH.
10- Estar pendiente del celular
Estar en una entrevista laboral pendiente del celular es mal interpretado, ya que puede denotar una adicción al celular o más interés por otra cuestión en ese momento.
“Cada acción no recomendable en una entrevista puede tener un significado en el proceso a juicio del denominador común de entrevistadores. Claro está que no es una regla absoluta pero si frecuente; en mi caso soy más tolerante y entiendo que algunas acciones son hábitos”, concluyó el especialista en recursos humanos.
Fuente: infobae.com