Como cada 8 de marzo, se conmemora en el mundo la lucha de las mujeres por el reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos. Qué ocurre con la brecha salarial en el sector privado y qué dicen los datos oficiales.
Como cada 8 de marzo, se conmemora en el mundo la lucha de las mujeres por el reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos. En este marco, un reciente estudio elaborado por Mercer brinda un poco de luz sobre el panorama del mercado laboral para las mujeres y cómo la brecha salarial, el difícil acceso a puestos gerenciales y la preocupación por la jubilación, siguen siendo temas que devela la desigualdad entre géneros que si bien, ha tenido avances, aún sigue siendo un tema de principal preocupación.
En el sector privado, al analizar la participación de hombres y mujeres en las organizaciones de Latinoamérica, se observa que en el nivel de ejecutivos Argentina, Chile, México y Perú la participación de las mujeres está por debajo del promedio de la región que es del 24,9%; mientras que en Brasil, Colombia y Panamá está por encima. En el nivel gerencial, Argentina, Brasil y México están por debajo del promedio de la región (37,9%) en cuanto a participación de las mujeres.
En el nivel de profesionales, Argentina, Brasil, México, Chile y Perú están por debajo del promedio de la región del 43,3% y Colombia y Panamá están por encima. Estos datos surgen de la Total Remuneration Survey TRS 2021 con más de 4,000 empresas participantes en 20 países de la región.
Para situarnos en los datos, es importante aclarar que la brecha salarial de género es el porcentaje resultante de dividir dos cantidades: la diferencia entre el salario de los hombres y la de mujeres, dividida el salario de los hombres. Lo que intenta este indicador es de mostrar las diferencias en la percepción del salario para el mismo trabajo.
En este sentido, en el sector privado hubo dos mejoras a destacar respecto a la brecha salarial. En el nivel ejecutivo, hubo una mejora en la tendencia: en 2018, la brecha era del 7% y en 2021, se redujo al 5%. En el nivel de profesionales, la brecha salarial se redujo 1p.p pasando del 4% en 2018 al 3% en 2021.
Pero la diferencia más notable se pudo observar en el nivel de gerentes: la brecha salarial en 2018 era del 4% y en 2021 el 6% según Mercer.
Qué sectores incorporaron a más mujeres en cargos ejecutivos
Al comparar el año 2021 con el 2018, se observa que el sector High tech es el que más mujeres incorporó con un incremento del 138%, seguido por Ciencias de la vida (76%), Energía (67%) y otros sectores como Agro, Consumo, Medios y Seguros (en conjunto 42%).
Siguiendo con la comparación del año 2021 con el 2018, en el sector High Tech creció 144% la incorporación de mujeres en puestos gerenciales y un 7% en el nivel ejecutivo. A su vez, en el sector de Energía, creció un 11% a nivel gerencial y un 100% en el ejecutivo. Por su parte, en Ciencias de la Vida se incrementó un 53% la presencia de mujeres en puestos gerenciales y un 45% en ejecutivos. Por último, en los sectores de Consumo y Seguros analizados en conjunto creció un 44% la participación de mujeres en puestos ejecutivos y 26% en gerenciales.
La jubilación de mujeres
Las mujeres se sienten 16% más estresadas que los hombres cuando piensan en su situación financiera y un 32% de ellas es consciente de que no está ahorrando lo suficiente para su futura jubilación, según el estudio Healthy, Wealthy & Work-Wise realizado a nivel global por Mercer.
Son 4 los factores que inciden negativamente en la capacidad de las mujeres de consolidar derechos previsionales:
1) El menor nivel de participación femenina en la fuerza de trabajo con respecto a la masculina.
2) Las considerables diferencias de remuneración entre los géneros.
3) La mayor probabilidad de una carrera más breve o con interrupciones.
4) La presencia excesiva de mujeres en el trabajo informal y vulnerable.
Las mujeres se enfrentan a varios problemas: es usual que aporten menos cantidad de años de servicio y que sus aportes sean por remuneraciones inferiores a las de los hombres, dando como resultado beneficios jubilatorios inferiores, y además los percibirán por más tiempo, ya que su esperanza de vida es mayor. Todos estos aspectos influyen a la hora de hablar del bienestar financiero y de los diferentes desafíos que la mujer debe afrontar para alcanzarlo.
Los datos oficiales
El año pasado, en conmemoración del 110° Día Internacional de la Mujer, el INDEC publicó un informe con distintos datos que marcan “las características estructurales de las brechas de género en nuestro país”.
Según los datos oficiales, “A pesar de alcanzar, en promedio, mayores niveles educativos que los varones, las mujeres siguen mostrando una menor participación en el mercado laboral y, cuando lo hacen, son más propensas a situaciones de subocupación horaria y desocupación”, destaca el estudio oficial, aunque remarca los “importantes avances” que hubo en la participación de las mujeres en el mercado laboral ya que “en octubre de 1996 la tasa de empleo de las mujeres era de 32,8%”, menor al 39,4% actual.
“Las mujeres se insertan principalmente en sectores vinculados al cuidado. Con una importante presencia de empleo informal e ingresos laborales más bajos, el servicio doméstico es la rama de ocupación con mayor índice de feminización en la Argentina”, afirma el estudio del INDEC.
Por otro lado, la industria manufacturera, el transporte de almacenamiento y comunicaciones, así como la construcción, son actividades con una menor tasa de femeneidad que la media. Las mujeres también acceden en menor medida que los varones a puestos de decisión y tienen ingresos inferiores. Según los datos oficiales, solo el 4% de las mujeres que trabajan ocupan cargos de dirección o jefatura, mientras que entre los varones el porcentaje es el doble.
Finalmente, el estudio del INDEC también marca que “las mujeres siguen asumiendo la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado”, e indica que “este es el principal obstáculo a su participación laboral plena”.
En la Argentina las mujeres dedican, en promedio, el doble al trabajo doméstico no remunerado que los hombres, por lo que las mujeres tienen menos tiempo para su carrera profesional o el esparcimiento.
Pese a los avances que se han obtenido en los últimos años, la discusión y la necesidad de medidas para mejorar la condición laboral de las mujeres sigue siendo una de las principales demandas. La lucha por la igualdad se debe dar en todos los ámbitos.
Por: Giuliana Iglesias
Fuente: ambito.com