El resultado de las elecciones primarias, que posicionaron al partido oficialista Cambiemos como amplia primera minoría de cara a las legislativas de octubre, provocó un brusco giro en las expectativas del circuito financiero.
Este lunes el dólar registra un claro retroceso de 3%, que según se desprende de los negocios en el mercado mayorista o interbancario, donde operan bancos, empresas, grandes inversores, exportadores e importadores.
La divisa mayorista cede 54 centavos, a $17,17 para la venta, desde los $17,71 del cierre del viernes. Cabe recordar que el 9 de agosto el dólar mayorista tocó un récord intradiario de 17,82 pesos.
ABC Mercado de Cambios señaló que el mercado mayorista “está muy positivo con los resultados electorales. Arranca muy vendedor el dólar”. Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio, añadió que “el dólar mayorista se estabiliza en niveles de $17,17, cincuenta y cuatro centavos debajo del cierre del viernes pasado”.
En bancos del microcentro porteño el dólar al público se vende a $17,46en promedio, desde los $17,99 en promedio del viernes, es decir con baja de 53 centavos. Para la compra, las entidades de la City toman al billete a 16,98 pesos.
En el decisivo distrito bonaerense, el candidato a senador por el oficialismo, Esteban Bullrich, y la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner estaban prácticamente empatados.
Desde que Cristina Kirchner anunció su candidatura, a fin de junio, el dólar se apreció casi 10%, por el temor de los inversores a que el país retorne a políticas intervencionistas como las que aplicó entre 2007 y 2015.
Gustavo Ber, economista del Estudio Ber, consignó que “a nivel local, las fuertes intervenciones del BCRA de las últimas ruedas generaron una mayor calma cambiaria, a la espera de los resultados de las PASO, dado que dicha lectura política de inmediato volverá a direccionar al dólar hacia la búsqueda de un equilibrio”.
“Además, el martes próximo el organismo monetario enfrenta un ‘mega-vencimiento’ de LEBAC que será monitoreado muy de cerca por los operadores, dado que medirá el apetito por extender el carry-trade tras las primarias, y antes de la siguiente etapa electoral de octubre, que tendrá implicancias en la capacidad de poder impulsar la agenda de reformas”, apuntó Gustavo Ber.
Las elecciones de medio término no modificarán radicalmente el equilibrio de fuerzas en el Congreso, donde ningún partido cuenta con mayoría, pero Macri necesita una clara victoria de sus aliados para enviar el mensaje de que su programa de apertura económica iniciado a fines del 2015 seguirá avanzando.
Al haber una sola lista de candidatos por partido en la mayoría de los distritos, se espera que estas primarias sean en la práctica un amplio sondeo sobre el resultado de las elecciones de octubre, en las que se renovará un tercio del Senado y la mitad de los diputados nacionales.
Una victoria clara en octubre le haría las cosas más fáciles al Gobierno para impulsar cambios estructurales en la economía que precisarán acuerdo legislativo, como las reformas laboral, previsional e impositiva.