A fuerza de promociones y financiamiento propio, las automotrices buscan dar pelea a una crisis que ya produjo una caída de 17% en las ventas para los primeros cuatro meses del año y que, de continuar la tendencia, dejaría para fines de 2009 ventas cercanas a las 470.000 unidades, casi 100.000 vehículos menos respecto al total alcanzado en 2008. En los últimos meses la incertidumbre se ha apoderado del sector. Las cifras de comercialización alcanzadas hasta el momento permiten hacer diferentes lecturas entre los distintos actores de la cadena, conformada principalmente por terminales y concesionarias.
En algunas terminales creen que no son tan preocupantes, ya que se esperaba que el derrumbe fuese mayor; mientras que para otras, el golpe será fuerte porque a la larga se sentirá en la producción, teniendo en cuenta que el 60% de los autos fabricados en la Argentina se destinan al mercado externo.
Por suerte, el plan impulsado por el presidente Lula para incentivar las ventas en el mercado brasileño fue un verdadero bálsamo para la producción y venta de las automotrices locales. Pero tiene un pequeño problema: posee fecha de vencimiento, y es el 30 de junio. (Cabe recordar que el primer mandatario redujo al 0% el Impuesto sobre Productos Industrializados para la compra de vehículos chicos y medianos, hasta 1.000 centímetros cúbicos de cilindrada.
Pero el mercado interno no refleja tal veranito. En vez de haberse avanzado directamente en reducir los impuestos que gravan a los vehículos, tal como hizo el país vecino y que le permitiera alcanzar récord de ventas en plena crisis global, El Gobierno local fue por un camino mucho más difícil.
Impulsó un mecanismo que quedó enmarañado entre el papelerío, burocracia y dificultades de implementación, motivos más que suficientes para que la cantidad de unidades vendidas mediante el plan oficial no hayan podido superar las 2.500 unidades (según las últimas cifras conocidas, que datan del 13 de abril).
En este contexto, las 10 fábricas que se encuentran en el país, más el resto de las marcas que comercializan sus modelos importándolos, buscan dar pelea a base de lanzamientos (muchos de ellos apoyados en pequeños restyling), otorgando atractivos descuentos o bien, dando líneas de financiamiento más flexibles.
Buen momento para comprar
Según Dante Sica, director de abeceb.com, la crisis hizo que éste sea un buen momento para comprar un 0km.
Esto tiene que ver, en principio, con la relación entre salario y precio, que es una de las más convenientes de los últimos tiempos.“El valor de los autos sigue cayendo en dólares y si pensamos estimativamente, en la relación con el salario, se necesitarían apenas 20 en promedio para alcanzar una unidad”, destacó Sica. (Según el especialista, en los peores momentos de 2002, había llegado a más de 38).
La relación se logra gracias a las bonificaciones que se aplican desde las terminales y que llegan a las concesionarias, con el fin de incentivar al comprador.
El auto en 84 "módicas cuotas"
Más del 50% de las ventas a largo plazo se realizan mediante planes de ahorro, que cuentan con alternativas para todas las marcas del país.
A la hora de establecer el ranking de aquellas marcas que más apalancan sus ventas a través del otorgamiento de créditos, surge claramente Fiat en primer lugar (45%), seguida de Iveco (37%) perteneciente al mismo grupo.