Al analizar aquellas provincias en dónde Cristina Kirchner obtuvo la más amplias mayorías, es posible encontrar puntos en común en la evolución de los salarios, el empleo y el consumo.
Según la información recopilada ya analizada por la consultora Abeceb, en Santiago del Estero, Formosa, Corrientes y Chaco, donde el oficialismo obtuvo más del 60% de votos, el crecimiento de las ventas de los supermercados avanzó más de un 80% desde la crisis de 2009.
Asimismo, en aquellas provincias en las cuales el salario aumentó más fuertemente desde el 2009, como en Tierra del Fuego, Chaco o Tucumán, la presidenta también logró una fuerte adhesión.
Mientras en las elecciones legislativas de 2009 la confianza del consumidor había caído a los 40 puntos, en las Primarias de este año el indicador ascendió casi hasta los 60 puntos.
En las últimas elecciones primarias, la presidente Cristina Kirchner junto con el Frente para la Victoria, obtuvo más de un 50% de los votos del total de país, augurándole de esta manera un buen futuro para las presidenciales de octubre. Hay varias causas de diversa índole e importancia que pueden explicar este amplio triunfo.
Desde el ámbito económico es posible encontrar varios factores que siempre son decisivos en el momento al momento de votar por la importancia que tienen en el bolsillo de la gente. La visión que tienen los votantes con respecto al futuro la situación macroeconómica, del empleo y la seguridad económica influye directamente en el apoyo al partido gobernante de turno.
Esto es lo que ha ocurrido en Argentina en los últimos años: en las anteriores elecciones presidenciales de octubre de 2007, las proyecciones económicas eran buenas y las perspectivas de perder el empleo eran bajas. Como consecuencia, la confianza de los consumidores se encontraba en niveles elevados, llegando hasta los 48 puntos a nivel nacional según el índice de la Universidad Di Tella. Así, el partido oficialista logró un amplio apoyo que superó el 45%.
En cambio, en las elecciones legislativas que se desarrollaron en junio de 2009 el escenario no era tan favorable. La crisis financiera había impactado fuertemente en la actividad local y el desempleo estaba creciendo. Las perspectivas ya no eran tan favorables, y a ello se le sumaban las heridas todavía latentes a causa del conflicto entre el Gobierno y el campo por las retenciones. De esta manera, la confianza había caído hasta los 40 puntos, resintiéndose así el apoyo al Gobierno Nacional: el Frente para la Victoria sólo obtuvo poco más de un 30% de los votos del total del país.
Durante estos días la situación es bastante diferente: la confianza se ubica en niveles muy elevados, rozando los 60 puntos y superando los niveles previos a la crisis. El empleo se encuentra estable, y si bien hay ciertas cuestiones todavía no resueltas como la inflación, la visión general de los consumidores es positiva. Este envidiable contexto explica en gran parte porque el gobierno obtuvo tan buena performance en las elecciones primarias.
Por ejemplo, en Santiago del Estero, Formosa, Corrientes y Chaco, donde el oficialismo obtuvo más del 60%, el crecimiento de las ventas de los supermercados desde el 2009 hasta el 2011 superó el 80%. En cambio, en aquellas provincias en donde el consumo no avanzó a tasas tan altas, el gobierno nacional obtuvo un menor apoyo (por ejemplo en Capital Federal, Santa Fe o Córdoba), más allá que por cuestiones políticas esos territorios no le son tan favorables al kirchnerismo.
Con el desempleo ocurrió algo similar: el impacto de la crisis financiera internacional aumentó el número de desocupados en las provincias, pero las cifras comenzaron a descender durante 2010 y 2011. En aquellas provincias en donde los números bajaron fuertemente, como en Río Negro, Tucumán, Corrientes y Misiones, el oficialismo logró un alto respaldo popular. Por supuesto, siempre hay lugar para algunas particularidades: en comparación con el 2009 el desempleo aumentó en Santiago del Estero, Salta o Catamarca. Sin embargo, en estos tres distritos Cristina Kirchner ganó con más del 60%.
Asimismo, en aquellas provincias en las cuales el salario aumentó más fuertemente desde el 2009, como en Tierra del Fuego, Chaco o Tucumán, la presidenta también logró obtener un buen caudal de votos. En la Ciudad de Buenos Aires, en cambio, las remuneraciones crecieron menos que en el resto del país. La excepción en este caso la registró Formosa: aquí los salarios se expandieron tanto como en la Capital Federal, pero el resultado fue mucho más contundente: 70% de adhesión.
Si bien este análisis, finaliza el escrito, no tiene en cuenta consideraciones políticas, sociales o culturales, intenta aportar algunos datos a la discusión de por qué el oficialismo logró un apoyo tan fuerte en las últimas elecciones primarias.