Los inversores de todo el mundo centran su atención esta semana en la presentación de resultados de Nvidia, inclusive los locales que tienen posición a través de los Cedears que cotizan en la plaza porteña. La pegunta que surge es sí, tras las palabras de Jerome Powell en Jackson Hole, en dónde adelantó que es momento de recortar las tasas de interés, el balance presentado por la locomotora de Wall Street sería un nuevo catalizador para que el sector tecnológico alcance niveles récord.
La empresa de semiconductores, un referente del auge de la inteligencia artificial (IA), tiene una cita con el mercado programada para después del cierre del próximo miércoles 28 de agosto. Allí informará los resultados del segundo trimestre fiscal y un dato que no se puede pasar por alto es que la compañía ha superado las expectativas de ganancias y ventas durante los últimos seis trimestres.
Por ejemplo, durante la presentación del último balance, el del primer trimestre, las acciones se dispararon un 9,3% para cerrar en un máximo histórico al día siguiente de reportar los resultados. También subieron un 16,4% alcanzando otro récord al día siguiente del informe del cuarto trimestre del 2023.
Las acciones aumentaron un 4,5% la semana pasada para cerrar el viernes en u$s129,28, por lo que solo se necesitaría un incremento de poco menos del 5% para cerrar por encima del máximo histórico del 18 de junio de u$s135,58. El papel del favorito de la IA, aumentó aproximadamente un 43% desde su mínimo de agosto (tras el crash financiero), y se ha visto impulsada en las últimas semanas por la cobertura optimista de Wall Street y las crecientes previsiones de ganancias.
No obstante, la locomotora de Wall Street está bajo presión. Lo que suma a la sensación que dejó en el mercado las palabras de Powell sobre que la Reserva Federal (Fed) se podría quedar “corta” con los recortes para este año y a lo que hay que sumarle el condimento electoral, que según explican a Ámbito genera incertidumbre, pues ninguno de los dos candidatos “ha presentado planes económicos concretos”.
Nvidia: qué espera el mercado
Tal como menciona a Ámbito el asesor de inversiones, Gastón Lentini, el mercado espera este miércoles una ganancia de u$s0,65 por acción, “lo que representa un nuevo récord en las ganancias de Nvidia mientras el precio se encuentra cerca de sus máximos y sus ratios contables lucen algo exigidos”.
Lentini sostiene que la rentabilidad de la empresa “es por lejos la mejor entre sus competidores; sin embargo, al comparar las ganancias con el precio (ratio conocido como PER) vemos que está cerca del promedio de la industria”. En este sentido, empresas como Qualcom ostenta ratios más interesantes y sugiere al inversor que no posee posición esperar a la presentación de los resultados antes de comprar acciones de Nvidia, “ya que sería lo más parecido a apostar en la ruleta a rojo o negro“.
Por ello, el estratega deja un consejo para el inversor: “Señor inversor, si le interesa el sector, sugiero espere al resultado del miércoles, este atento a las proyecciones de la empresa y luego decida. Puede perder algo de ganancia, pero ganará certeza en la decisión“.
El S&P 500 a los 6.300 puntos para el próximo año
En diálogo con este medio, Eric Wallerstein, chief markets strategist en Yardeni, analiza lo que viene para Wall Street, desde el corazón del centro financiero, independientemente de los resultados de Nvidia y luego de las palabras de Powell el pasado viernes en Jackson Hole.
Sostiene que desde la firma que representa son “optimistas con respecto al equity estadounidense para los próximos años”. Y es que estima que hay una probabilidad del 60% de que la economía y el mercado de valores se encuentren en un período de “Roaring 2020s ”. El término se refiere a una proyección optimista sobre la economía y los mercados financieros, inspirada en el “Roaring Twenties” de la década de 1920. Durante ese período histórico, el mundo experimentó una notable expansión económica y una gran prosperidad, especialmente en EEUU, seguida de avances tecnológicos y cambios culturales significativos.
Nvidia presentará sus resultados el próximo miércoles y el mercado está ansioso por conocer cómo seguirá la locomotora de Wall Street.
Para Wallerstein lo que se viene estará caracterizado por un aumento de la productividad laboral, márgenes corporativos en mejora y salarios reales en aumento, lo que impulsa un mayor consumo de los hogares. “En este escenario, esperamos que el S&P 500 alcance los 5.800 para finales de año, 6.300 el próximo año y 6825 en 2026. A corto plazo, el S&P 500 puede ser volátil hasta las elecciones presidenciales de EEUU, aunque esperamos que suba hacia el final del año”, analiza.
En ese contexto, el experto recomienda sobreponderar sectores como tecnología de la información, servicios financieros, servicios de comunicación, industriales y energía. “Nuestra preferencia por las acciones energéticas es como cobertura para escenarios económicos menos probables, incluida una probabilidad del 20% de que las presiones geopolíticas lleven a un aumento en los precios del petróleo y presiones globales de estanflación”, analiza.
Y agrega que, “la energía es un componente relativamente pequeño del mercado de acciones de EEUU, mientras que el país se ha convertido en un exportador neto de petróleo y gas, lo que facilita sobreponderar este sector en las carteras”.
El impacto de las elecciones de EEUU en Wall Street
Sobre las elecciones, Wallerstein explica que ninguna de las administraciones potenciales (Donald Trump y Kamala Harris) presentaron todavía planes económicos concretos que parezcan probables en caso de que el Congreso estadounidense esté dividido (es decir, que ni los republicanos ni los demócratas tengan control total del Senado y la Cámara de Representantes).
En ese aspecto, explica que la desregulación hace que los sectores financiero y energético sean interesantes ante una posible victoria de Trump. Sin embargo, proyecta que “las acciones financieras se beneficien de todos modos de la caída de las tasas de interés a corto plazo, más negociaciones y desregulación, independientemente de quién gane las elecciones”. Y desliza que los subsidios para constructores y compradores de viviendas podrían significar un rendimiento superior para las acciones de los constructores de viviendas bajo una administración Harris.
Por último, el estratega de Wall Street pone en duda un recorte de las tasas de interés de cara a la reunión de la Fed en noviembre al señalar que si bien, no estima que las elecciones influyan sobre las decisiones de la Fed, “podría haber un debate sobre si recortar las tasas de interés en ese encuentro, dado que es el día después de las elecciones presidenciales. El debate se centraría principalmente en si los funcionarios desean señalar que están reduciendo las tasas en cada reunión de la Fed o si prefieren hacerlo a un ritmo más lento” salteándose un recorte tras el aplicado en septiembre, concluye.
Fuente: Ámbito