Desde 2007, por orden del secretario Guillermo Moreno, el Estado pagó subsidios por 3.771 millones de pesos a los molinos harineros y acumula deudas con el sector por otros 2.000 millones. En el orden local lo adeudado en el sector produjo el incremento en las especialidades.
Rubén Salvio, de la Federación de la Industrial del Pan, denunció la situación y afirmo que Moreno pidió que no se pague nada en negro. La verdad es que muchos molinos se ven obligados a vender parte de su producción “en negro” para no tener que cerrar sus puertas.
Lo cierto es que Moreno ya no parece tener herramientas como para garantizar que los molinos sigan vendiendo la bolsa de 50 kilos de harina al precio establecido de 47 pesos. Desde hace meses que la ex ONCCA no cancela los subsidios adeudados al sector. Y sin ese capital de trabajo, los molinos se ven obligado a sincerar los precios.
Moreno ya tiene bajo su control unos 2.000 millones de pesos de la ex ONCCA, para cancelar ese pasivo. Pero como el dinero no le alcanza, ahora pretende reconocer 40% de la deuda con cada molino.
“No puede ser que tengamos que pagar 30 o 40 pesos en negro”, se quejó Salvio. En realidad, no todos facturan el precio oficial pero cobran marginalmente un saldo cercano a esos montos. Varios molinos emiten órdenes de crédito. Y otras plantas entregan solo parte de los pedidos de harina común y completan la venta con harinas de superior calidad, para incrementar los precios.
Fuente: ieco.clarin