En una charla que mantuvo con Dossier Web, el presidente de la Cámara del Tabaco de Salta, Esteban “Tuty” Amat analizó la variables sobre la producción tabacalera en la provincia, la incidencia de los precios en la pandemia, el contrabando la recaudación y los peligros de una actividad que deja cientos de millones de pesos en impuesto y genera un millón de puesto de empleo en forma directa.
¿Cómo se encuentra la actividad tabacalera en el contexto de la crisis sanitaria?
Nos fue muy difícil teniendo en cuenta que a partir del 20 de marzo cuando se produce la cuarentena todos los productores tenían el tabaco en su finca habían cosechado la mayoría pero estaban con el tabaco cosechado. Tuvimos que parar un mes casi. La compra de tabaco se cerró el proceso y los productores tuvieron problemas para comercializar. Veníamos pagando el mismo precio del año pasado sujeto a reajuste. El productor empezó a deber plata a los trabajadores, gas, luz, etc. Logramos en Salta, a través de las gestiones del ministro De Los Ríos y Milagros Patrón Costas junto al gobernador Sáenz, que se adopten los protocolos y volver a comprar en abril.
Esto provocó un amontonamiento de tabaco tanto en Cooperativa como en Aliance One al no estar procesando Massalin que es donde nosotros procesamos el tabaco. Activamos el protocolo que nos permitió comprar cuidando la salud de los trabajadores, hicimos turnos con la mitad de la gente y eso llevó a que la compra la estemos terminando este viernes 22 de mayo.
¿Esta demora les va a provocar pérdidas a los tabacaleros?
Demoramos en el proceso al no poder mandar a Massalin ya que la procesadora abrió sus actividades dos semanas después que retomamos la compra. Eso va hacer que tengamos una pérdida por tabaco amojosado y eso perjudica a los productores. Los compradores al no poder ingresar y ver el tabaco procesados se fueron algunos y eso cuesta mostrar hasta en estos momento los proceso con demoras porque vamos a tener dos meses más de demoras en el procesamiento de tabaco. Los únicos que están aquí son algunos chinos que están desde el año pasado esperando el tabaco para enviar las muestras a China y los demás se complica para mostrar porque hay que mandar las muestras afuera para ver si es lo que quieren y en este contexto se está demorando todo para cerrar los precios.
¿Esperaban un aumento superior al 46% otorgado al tabaco para esta temporada?
El 46 es el que se puede logar, no es el óptimo. Si no ponemos un precio acorde a lo que el mercado internacional pone con los precios de referencia de Brasil, corremos el riesgo de quedarnos con tabaco habiendo comprado con crédito. No es lo óptimo teniendo en cuenta los costos de producción, se necesitaría 68 o 70 por ciento de aumento pero tenemos que ser consientes que nosotros tenemos una retención del 12 por ciento que Brasil no la tiene; tenemos 1500 km a puerto que no lo tiene Brasil; créditos al doble de lo que está tomando en Brasil en estos momentos. Brasil produce 600 millones de kg y nosotros 80 millones. Para el mercado interno del país quedan 20 millones de kilos y 60 para vender en el mercado internacional. La cooperativa exporta al 100. Al margen de eso cuando salimos a vender al mundo, nuestro principal competidor es Brasil y ellos vende 350 millones a un costo inferior y por eso los compradores primero van a Brasil y después buscan el tabaco argentino. Se nos complica la competencia y necesitamos vender todo. Tenemos una cooperativa totalmente saneada pagamos el 100 por ciento a los productores pero lo pagamos con créditos que tomamos en los bancos. Si nosotros no pagamos al precio acorde al mercado internacional, se nos dificulta el año que viene con balances negativos para volver a tomar créditos y volver a comprar a los productores. Por eso es que el aumento es el posible y no se puede pagar por arriba de ese precio.
¿Qué porcentaje de la producción se destina a la fabricación de cigarrillos nacionales y cuál es su participación impositiva?
La fabricación de cigarrillos nacionales se hace con el 20 por ciento de la producción en el país. Se complicó el proceso de fabricación de cigarrillos en Buenos Aires por la cuarentena también estuvo el proceso detenido en las fabricas. Al haber estado mucho tiempo sin fabricar y por ende sin vender cigarrillos (hay que tener en cuenta que la tributación de un paquete de cigarrillos es del 80 por ciento, cada paquete tributa aproximadamente 60 peso)s, hubo una pérdida aproximada de 780 millones de pesos diarios al no haber ventas en el país.
¿Cómo creen que puede afectar la crisis económica derivada de la pandemia a herramientas específicas como el Fondo Especial del Tabaco?
De esos 140 mil millones de pesos que se recaudan en el país por esta actividad el 7 por ciento se distribuye a las provincias tabacaleras según la producción de cada una de ellas. Al margen de esa distribución al haber estado parada la fabricación vamos a tener en junio y julio una caída en la recaudación que se va a dar en esos meses por la poca venta de cigarrillos nacionales.
¿Cómo explican que ante la falta de cigarrillos de marcas nacionales y con las restricciones de la pandemia, se vendieran cigarrillos ilegales y a precios exorbitantes?
Pero esto se observa al también fuera de la circunstancia de la pandemia; por todos lados se vendían cigarrillos contrabandeados que entran de Paraguay por Misiones y de Bolivia por Salta y Jujuy. Otros se falsifican dentro del país. Hay fábricas clandestinas donde falsifican distintas marcas y venden libremente. Toda esa falsificación esta en el orden del 20 ciento lo que significa que el país pierde por falta de control al contrabando y falsificación 50 mil millones de pesos al año. Trabajamos fuertemente con los gobiernos y hemos denunciado aquí en la provincia los cigarrillos que no tributan y que están por todos lados.
La Cámara viene denunciando que marcas ilegales entran al país de contrabando, ¿pero también a fábricas ilegales?
Se presentaron denuncias porque los recursos que dejan de entra son importantísimos. La forma de controlar es exigiendo a los kioskos las factura correspondiente de los cigarrillos que están a venta. Tenemos tres enemigos en ese terreno. El contrabando, la falsificación adentro del país y los amparos de jueces que permiten a algunas empresas que venda sin tributar lo que corresponde.
En el 2012 se ratificó una ley que impone un precio mínimo para desalentar el consumo, además de las fotografías de advertencia en los atados. Además no puede vender cigarrillos sueltos y existen controle estrictos sobre los niveles de nicotina y alquitrán acorde a lo que exige la OMS. Cumplimos en todo, pero en cada paquete de cigarrillo ilegal no se cumple nada de lo que exige el mercado ni los impuestos. No sabemos ni siquiera de qué están fabricados los cigarrillos.
Al respecto de este tema ¿cómo se vive la presión para que el tabaco busque una reconversión atendiendo los reclamos en materia de salud?
Sabemos que el cigarrillo es perjudicial para la salud, pero detrás de esta actividad existen un millón de puestos de trabajo, contando las fábricas en Buenos Aires, las procesadoras, los empleos rurales todos con convenio. El cigarrillo perjudica a la saludo lo cual es cierto, pero si no producimos vamos perder un millón de puestos de trabajo y al ser legal la venta, vamos a estar fumando cigarrillos de Baril o Paraguay y regalando mano de obra a otros países. A medida que se declare en el mundo la ilegalidad de fumar tenderemos que reconvertirnos, pero mientas tanto exportamos el 83 por ciento de lo que se produce en la Argentina y mantenemos un millón de puesto de empleo. No hay otra actividad que genere esa cantidad de trabajo. Tenemos que defender que se siga produciendo en el país.
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