.Así lo acordó el jefe de los metalúrgicos, Antonio Caló, con el ministro Axel Kicillof. El dirigente ayer confirmó esta cifra ante los otros gremios alineados con la Casa Rosada.
El titular de la CGT Balcarce Antonio Caló reveló ayer que el Gobierno estiró a 27% la pauta salarial “sugerida” para las paritarias de este año. La cifra -según Caló- surgió como fruto de un acuerdo sindical con el Gobierno, aunque se ocupó de aclarar que la pauta es “sólo de referencia”.
El tema se analizó en una reunión de la central alineada con el Gobierno durante la cual los dirigentes rechazaron los topes salariales y reivindicaron el sistema de paritarias libres. Sin embargo, un puñado de gremios K negocia contrarreloj el cierre de sus acuerdos dentro de la nueva pauta fijada por Axel Kicillof: 27% en dos cuotas.
En ese nivel se firmará en las próximas horas el convenio de Comercio (un 27%, dividido en un tramo de 17% retroactivo a abril y un 10% en octubre, más dos sumas fijas de 1.500 pesos), según confirmó anoche el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos de la Vega.
Pero todos, en realidad, están esperando que primero firme la UOM: anoche fuentes oficiales no descartaban que acepte un 26-27%, más sumas fijas, que redondearían un 29,6% en el bolsillo (ver más información en página 7).
Caló y otros dirigentes de la CGT oficialista, como Gerardo Martínez, Armando Cavalieri y Andrés Rodríguez, volvieron a reunirse anteayer con Kicillof y con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para intentar destrabar las paritarias.
Las negociaciones volvieron a empantanarse luego de que los empresarios rechazaron el 26% en una cuota que se había insinuado en un encuentro similar que se había efectuado el jueves pasado.
Por eso anteayer se corrigió de nuevo el tope que quiere imponer el Gobierno: un 27% en dos cuotas, incluso con sumas fijas que permitan mejorar el salario de bolsillo.
Aun así, varios sindicalistas se niegan a aceptar el “techo” que pretende Kicillof, algo que quedó en claro por el clima de bronca contra el titular de Economía y contra Cristina Kirchner que predominó en la reunión de ayer del consejo directivo de la CGT Balcarce.
Fuente: Ricardo Carpena, Clarín
Ante la renuencia de Caló, anoche su colega Armando Cavalieri se acercó a la nueva pauta salarial. El empresario De la Vega se reunió ayer con Tomada y le expresó su rechazo al esquema salarial propuesto por el gremio de Comercio, un 27% en dos tramos, uno del 20% retroactivo a abril y un 7% en octubre, porque implicaba un fuerte aumento que influiría en el pago del aguinaldo de junio.
Por eso contraofertó un 27%, pero en dos tramos. El primero del 15% y el segundo de 12%. Cavalieri se negó a aceptarlo. Luego de varios tironeos, se acordó verbalmente que se pagaría ese mismo porcentaje total, pero distribuido de la siguiente forma: una cuota del 17% primero y otra del 10% después, más dos sumas fijas de 1.500 pesos. Anoche se especulaba que este acuerdo dejaba a Comercio como el gremio testigo que necesita el Gobierno para tratar de orientar el resto de las negociaciones salariales.
La reunión de los sindicalistas K se hizo ayer en la sede del gremio de los peones de taxis, en la avenida La Plata. Allí, además de rechazar formalmente los topes salariales, los gremialistas rechazaron las rebajas anunciadas por el ministro Axel Kicillof en el Impuesto a las Ganancias. Según estimaron los sindicalistas que participaron del encuentro, la medida oficial provocará incluso mayores descuentos sobre los sueldos que los que existían hasta el momento por la aplicación del impuesto.
Aunque algún dirigente puso el tema sobre la mesa de discusión, no hubo ninguna definición orgánica sobre el paro general que impulsan los gremios del transporte para los primeros días de junio. La confederación del sector quiere sumar a todas las centrales sindicales, oficialistas y opositoras, y convertir la protesta en una huelga general.
De todos modos, quizá no hiciera falta discutir abiertamente el tema en la reunión de ayer: si siguen los problemas con las paritarias y con Ganancias, confió un curtido dirigente, hasta el gremio más K se sumará a la huelga de manera solapada para descomprimir el malestar de las bases.