En los últimos años, muchas empresas han proporcionado útiles escolares a sus colaboradores con familias, de manera estandarizada, entregando lo mismo a todos, sin tener en cuenta las necesidades específicas ni los intereses particulares de cada empleado. Sin embargo, en la actualidad está comenzando a gestarse un cambio en esta política. Cada vez más empresas están adaptando su enfoque, reconociendo que la “vuelta al cole” ya no se limita únicamente a útiles y mochilas. Hoy en día, abarca una variedad de productos que incluyen indumentaria, calzado, artículos de librería, compras en supermercados e incluso tecnología, entre otros, con el objetivo de satisfacer las diversas necesidades de los colaboradores en esta época tan particular.
Bonda ha ayudado a más de 1.000 empresas a digitalizar los kits escolares de sus colaboradores, logrando un ahorro del 42% en costos de gestión. Compañías de entre 30 y 100.000 personas, pertenecientes a diversas industrias, utilizan su plataforma para mejorar la vida de sus colaboradores o clientes.
“En Bonda entendemos que la vuelta al cole no es solo una lista de útiles escolares, sino un desafío claro: poder brindarle todo lo que necesitan a sus hijos de una forma sostenible y resolutiva, sin tener que endeudarse. Por eso, desarrollamos un módulo de puntos canjeables por Gift Cards: la empresa pre-compra puntos a Bonda, los asigna a sus colaboradores; estos puntos equivalen a montos en dinero que cada empleado puede canjear entre más de 500 opciones”, concluye Alejandro Gerez Martínez, Regional Sales Director de Bonda.
Con una inflación acumulada del 118,8% en 2024 y una proyección del 45% anual para 2025, las empresas están apostando cada vez más por plataformas de beneficios corporativos como la de Bonda. Estas soluciones no solo alivian la carga económica de las familias, sino que también ofrecen a cada colaborador lo que realmente necesita, dándole el poder de elegir entre opciones clave como en el pago de servicios esenciales como la luz, el gas o la telefonía celular, compras en supermercados, indumentaria y gastronomía, entre otros. Este enfoque, complementario al salario, fortalece el vínculo entre empleadores y colaboradores, reafirmando su compromiso con el bienestar, la salud financiera y la calidad de vida.