El fin de semana, y de forma sorpresiva, la automotriz italiana Fiat Chrysler (FCA) anunció que su director ejecutivo, Sergio Marchionne, uno de los referentes más admirados de la industria y la fuerza motora del grupo se alejaría del cargo, porque había experimentado complicaciones serias durante una cirugía, que lo tenían en un coma irreversible.
La empresa informó a sus casi 236.000 empleados que la salud del ejecutivo, de 66 años, se había “deteriorado en las últimas horas” y que “no volvería a FCA”.
Tras una serie de reuniones de directorio de emergencia, Mike Manley, el británico que ejercía como jefe de la marca más vendida de FCA, Jeep, fue nombrado como su sucesor. Eso calmó en parte a los inversionistas: las acciones cerraron el lunes con una caída de 1,5%, en 16,17 euros, informó Diario Financiero.
Se va un rock star
El carisma y las habilidades negociadoras de Marchionne se van a extrañar. Al mando de la compañía desde 2004, este verdadero “rock star” de la industria había anunciado su retiro para abril de 2019 y en junio había delineado un plan para los próximos cuatro años.
El ejecutivo inició su carrera como contador y especialista tributario de Deloitte & Touche en Canadá. Al asumir dijo que el gran activo que él aportaba al rol era que no sabía nada de la industria.
A pesar de ello, marcó el destino de Fiat Chrysler desde que creó la firma al rescatar a la italiana de la quiebra y luego fusionarla con la quebrada estadounidense, Chrysler. En el proceso emergió como uno de los líderes empresariales más audaces de su generación, con una ética laboral constante y un intelecto agudo.
Este año, la firma superó a Ford en rentabilidad.
Uno de los responsables de este éxito fue su personalidad, dijo en abril a Financial Times una persona que trabajó con él en el pasado. “Incluso si Superman llegara a la sede central de FCA, tendría problemas para seguir sus pasos”.
Paso de mando y los desafíos de su sucesor
El timón lo tomará ahora Manley, que enfrentará su primera prueba de fuego este martes, cuando entregue los resultados de FCA para el primer semestre, y tenga que dirigirse directamente a los accionistas por primera vez desde su asunción.
Manley deberá ejecutar además el plan de Marchionne, que aspira a que FCA supere a sus rivales duplicando sus ganancias y expandiéndose hacia los autos eléctricos y otras líneas de negocio, algo que fue recibido con escepticismo por los inversionistas.
Otro de sus grandes desafíos será un mercado crecientemente competitivo y una política proteccionista de Donald Trump en los Estados Unidos.
Además, podría enfrentar es una revuelta a nivel directivo, ya que algunos ejecutivos que no fueron considerados para el cargo darán un paso al costado, como sucedió ayer con Alfredo Altavilla, quien era el jefe para Europa.
Para Ferdinand Dudenhöffer, fundador del Centro de Investigación Automotriz de Alemania, Manley es “un hombre de autos, y para dirigir Fiat Chrysler eso no es suficiente“, recalcó.
En Italia tendrá que “negociar con los sindicatos, los políticos, la familia Agnelli“, recordó, algo que no siempre resulta fácil.
“Tendrá que llegar a muchos compromisos” y “no podrá tomar decisiones audaces”, sostiene.

Quién es Mike Manley
Mike Manley, que era el responsable de Jeep a nivel mundial hasta el fin de semana pasado, fue nombrado como nuevo CEO del emporio ítalo-americano. También tomará el cargo, de forma interina, al que acaba de renunciar Altavilla. En Ferrari fue nombrado Louis Camilleri y en CNH Industrial, Suzanne Heywood.
Es un británico de 54 años que había ingresado a la marca estadounidense en 2000 como supervisor de la red de concesionarios de Jeep, marca que ya pertenecía al entonces Grupo Chrysler y que en esa época componía una alianza con Daimler (Mercedes-Benz).
Manley escaló rápidamente dentro de la compañía hasta convertirse en el máximo responsable de Jeep en el Viejo Continente. Y cuando Fiat tomó el control de Chrysler, en 2009, Marchionne lo puso al frente de la marca a nivel global.
Considerado por muchos como el hombre “más inteligente” del equipo de Marchionne, Manley era el encargado de hacer crecer la operación de Jeep y convertirla en “la galllina de los huevos de oro” de todo el conglomerado, al que también pertenecen Fiat, Alfa Romeo, Maserati, Chrysler, RAM y Dodge, entre otras empresas.
Ya para este año, Jeep debería representar por si sola el 70% de los beneficios totales del grupo, de acuerdo con las estimaciones de Morgan Stanley.
Con Marchionne como mandamás del grupo y Manley al frente de Jeep, la marca de vehículos todoterreno pasó de vender poco más de 337.000 unidades en 2008 a casi 1.400.000 ejemplares en 2017. Y para este año se espera un cierre que alcance 1.900.000 modelos vendidos.
Según definen a Manley, su estilo es similar a Marchionne hasta en el estilo de manejarse con la prensa. Con un estilo irónico que siempre descoloca a sus interlocutores, pero casi siempre con dosis de humor.
Hasta en la vestimenta presentan similitudes. Su anterior jefe había impuesto un estilo al dejar de lado el saco y la corbata y presentarse siempre con camisa y sweater negro. Manley, en cambio, tiene preferencias con la ropa de aventura, probablemente mimetizado con la filosofía de la marca que condujo durante tantos años.
El nombramiento de Manley fue muy bien recibido en los Estados Unidos y no fue rechazado en Europa. Y si bien el Grupo FCA se encuentra bien consolidado, el desafío para el británico será gobernar un emporio con muchas marcas en las que algunas son diamantes y otras están en riesgo de desaparecer. Esta será sin dudas la aventura más grande que deberá enfrentar.
“Un no italiano”
Para Florian Delègue, observador para Heidrick & Struggles de temas sobre automóviles, la llegada de Manley es “una buena sorpresa“, comentó.
“No es un recién llegado, es el hombre de éxito del grupo Fiat”, añadió.
Incluso si no es italiano, “es un extraño que se ha adaptado muy bien a Fiat”.
Pero Manley no es Sergio Marchionne, el ejecutivo proveniente de la italiana región de los Abruzos que se formó en Canadá, estudió derecho, administración de empresas y filosofía, y logró conquistar a políticos, medios de comunicación y sindicalistas.
En 14 años transformó profundamente a la Fiat, primero al enderezar las cuentas y luego al lograr la fusión con la estadounidense Chrysler.
“Sin Sergio Marchionne, Chrysler y Fiat no habrían sobrevivido“, sostiene Davide Cole, presidente emérito del Centro de Investigación Automotriz de Michigan, en una entrevista publicada el domingo por el diario La Stampa, de propiedad de la familia Agnelli.
“Su carisma, su energía, su determinación, sus habilidades para la comunicación y su visión estratégica fueron esenciales”, explicó.
Una opinión compartida por varios representantes sindicales en Italia.
“La salida de Marchionne es una noticia terrible”, declaró la central sindical demócrata-cristiana CISL.
“Tuvimos diferencias pero juntos desafiamos a esa pequeña Italia perezosa que prefiere cerrar las fábricas en lugar de arremangarse la camisa y volver a comenzar”, comentó en una nota.
Fuente: iprofesional.com