La pandemia del coronavirus ha cambiado radicalmente el funcionamiento del mundo, un virus puso en jaque a la economía global, al igual que las relaciones interpersonales, pero la salud, el acceso y las estrategias para convencer a la humanidad a colocarse las vacunas contra la enfermedad se convirtió en todo un desafío para los estados y las empresas.
Dossier Web participó de la exposición que realizó la Fundación Bunge y Born (FBB), sobre el reciente estudio que llevaron adelante para conocer los niveles de vacunación y aceptación de la misma, proveyendo recursos para para las empresas y la economía.
Desde la fundación explicaron que durante el trabajo realizado el 92% de las personas consultadas dijo haberse vacunado con al menos una dosis, mientras que el 1,9% expresó que no quiere vacunarse; este grupo tiene un bajo nivel de confianza hacia las vacunas en general. El 6% restante planteó que prefería esperar o que no sabía si se vacunaría.
El estudio, que fue realizado entre noviembre y diciembre de 2021, sobre 7.054 casos, abarca todas las regiones del país y a los distintos grupos etarios, con distinción por género y según los diferentes niveles educativos alcanzados.
Se trata del tercer estudio interanual que se presenta, el primero se difundió en 2019, un año antes del inicio de la pandemia, en el que se analiza cómo varía el nivel de confianza de la población respecto a la importancia, seguridad y eficacia de las vacunas en general, incluyendo la reticencia de la comunidad a la vacunación, información valiosa para el empresariado en general.
El objetivo del trabajo es facilitar mejoras en el diseño de programas y estrategias de inmunización, y orientar de manera más eficiente recursos humanos y financieros en el marco de las políticas de salud pública; sumado a la generación de estrategias para el Estado y empresariado.
El Director Ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, Gerardo della Paolera, sostuvo: “Desarrollamos este índice fundamental para entender la situación a nivel país, tanto de la confianza como del acceso a las vacunas”.
El índice de confianza (IC) 2021 es de 85,5%. Se observa una disminución del 1,6% en la confianza de la población en las vacunas, en relación a la medición de 2020 (IC 86,9), y del 8,8% en relación al primero de los índices, elaborado en 2019 (IC 93,7). Si bien es un índice alto, continúa en disminución.
En cuanto a los tres componentes con los que se mide la confianza, un 88,5% de las personas piensa que las vacunas son efectivas; un 89,1% las define como importantes para los niños; y un 88% como seguras. En los tres se detecta una caída de al menos 5% en relación a los valores de 2019, siendo el componente seguridad el que más bajó (8,2% en términos porcentuales).
La tendencia a la baja en el nivel de confianza, que ya se observó en 2020 en todos los grupos etarios, continúa en 2021 en los menores de 40 años, y se revierte en los mayores de 50 años. Quienes menos confianza expresan son las personas de entre 15 y 20 años (81,6). En cambio, quienes más confianza tienen son las personas de más de 65 años (91,2), seguidas por quienes tienen entre 51 y 65 años (88,4) y por los de 41 a 50 (87,7).
Índice de acceso
Las regiones del país con mayor acceso a vacunas en 2021 fueron Cuyo (77,6); Patagonia (77,4) y región Centro (77). Y las regiones con menos acceso NEA (74,6); NOA (75) y CABA (75,3). Al comparar el acceso a las vacunas en 2019 con el actual, los únicos cambios significativos se observan en la región patagónica y GBA. En ambos casos hubo un leve aumento del acceso: en Patagonia creció un 2,9% (tenía 75,2 en 2019) y en GBA, un 1,6% (tenía 75,7 en 2019).
El estudio realizado aseguran tiene un impacto determinante en las diferentes actividades económicas, debido a que tras una medición de estudios de confianza y efectividad de las vacunas pueden avanzar en estrategias para combatir la pandemia y retornar a la normalidad.
Los esquemas de vacunación permiten hoy en Salta y Argentina disminuir la mortalidad que provoca la enfermedad, pero además los tiempos de aislamiento, transcurso de la enfermedad y afrontar las adversidades dentro de las empresas.
La ola de coronavirus de la cepa Ómicron puso en jaque a la actividad económica por sus altos niveles de contagio que obligar a disminuir sus capacidades de atención y producción, siendo de vital importancia nuevas estrategias para fortalecer la economía.