El Presidente de IDEA, Guillermo Cascio, cerró el Precoloquio Región NOA que se desarrolló días atrás en la ciudad de Salta. En sus discurso manifestó el agrado por la repercusión del evento como de los temas analizados, entre otras cosas.
Cuando titulamos este Coloquio “La Argentina en el mundo. Construyendo oportunidades para la próxima década” pensamos que los Precoloquios serían la base para ir delineando las cuestiones y los desafíos más relevantes para construir entre todos esas oportunidades sobre bases sustentables.
En la mayor parte de las exposiciones de hoy se enfatizó que el mundo ofrece oportunidades que pueden ser aprovechadas y que de hecho han sido aprovechadas en los últimos años. Lo que parece a veces un slogan se vuelve palpable tanto en los relatos que escuchamos de parte de todos los panelistas como en la realidad de muchos de los empresarios asistentes a este Precoloquio. Hay historias de éxito que muestran que es posible crear valor, más valor, y derramar eso a nivel local, regional y nacional. Obviamente, hay factores que pueden y deben mejorarse, y encontrar un balance entre el camino recorrido y el que queda por recorrer. Esta es una tarea de la cual todos, con sus más y sus menos, debemos participar. En los primeros paneles, analizamos tanto las oportunidades como desafíos que plantean la dinámica política local y la dinámica económica local y global. Sergio Berensztein comentó que el escenario político más probable es de continuidad, con la estabilidad sustentada en un presidencialismo fuerte. También nos decía que en Argentina no existe la infraestructura institucional necesaria para la gobernabilidad democrática sin recurrir a dicho híper presidencialismo. En tal sentido, propuso que los cambios en pos de lograr dicha infraestructura institucional no tienen por qué ser rápidos o automáticos, sino que debería verse como un proceso que debe caracterizarse por el debate y el consenso. En ese escenario previsible de continuidad, no habría que esperar grandes cambios en materia de política económica o del rol del Estado en la economía. Incluso en un escenario de un eventual triunfo opositor habría cambios graduales en los grandes parámetros de política actuales. Algo similar nos decía Mario Blejer respecto del escenario internacional para los próximos años. Su presentación nos ayudó a dilucidar si lo que vemos en la economía global es cíclico o pasajero o estamos frente a una nueva recesión o recaída. Según Mario, los acontecimientos recientes no cambian el escenario base de recuperación, pero sí hay más riesgos y de mayor magnitud. Las dudas respecto de la recuperación mundial se relacionan, por un lado, con la mediocre recuperación del mundo desarrollado, con alto desempleo, en un contexto de uso intensivo de políticas macroeconómicas muy laxas y, por el otro, en las economías emergentes (BRIC) , con un alto crecimiento, se percibe un fenómeno de aceleración inflacionaria. En este contexto, los riesgos principales provienen de eventuales episodios de crisis fiscal en algunas de las economías avanzadas o de un ‘frenazo’, como lo denominó Blejer, en el nivel de actividad de las principales economías emergentes (especialmente las citadas China, India, Brasil) como consecuencia de las políticas aplicadas para frenar la inflación. Por ello, se señaló que el escenario internacional que enfrenta la Argentina seguirá siendo favorable en la medida en que continúe la laxitud monetaria en el mundo desarrollado y el crecimiento de las principales economías emergentes. Sobre todo porque el alto crecimiento del mundo emergente y los altos precios de las commodities, parecen ser fenómenos de carácter estructural de naturaleza más duradera lo que crea un marco para un moderado optimismo. Y se lo calificó de moderado sólo porque hay algunos riesgos mayores que en el pasado reciente. Por su parte Miguel Peirano nos recordaba que los temas que nos ocupan hoy son distintos del pasado. La realidad económica actual presenta una dinámica general y sectorial muy favorable con un potencial indiscutible en muchas áreas (tales como el sector agrícola y el turismo). Con ventajas comparativas innegables y un contexto internacional muy favorable (commodities, Brasil, políticas muy expansivas en los países centrales) se generan oportunidades muy distintas a los de otros períodos históricos. Pero no todo es viento de cola, o simple casualidad: el tipo de cambio flexible, la política de acumulación de reservas, el desendeudamiento, la recuperación del peso como unidad de cuenta y transaccional, los superávits gemelos, las políticas de resguardo del empleo y la política de integración en el MERCOSUR han creado las condiciones necesarias para aprovechar dicho viento de cola. Y de la misma manera que un escenario de gobernabilidad política y de un contexto internacional favorable son condiciones necesarias para la continuidad del crecimiento, también lo es el mantenimiento de estos pilares de política económica que han potenciado las ventajas propias de la argentina en el favorable contexto internacional. Berensztein mencionó que el rol del Estado requeriría de un debate similar al que debería recibir la construcción de una mejor institucionalidad democrática. El debate no debería centrarse en el tamaño del mismo, no al menos por ahora, porque hoy una fracción mayoritaria de la opinión pública está de acuerdo con “Estado grande” o con ‘más Estado’, lo que sí debería recibir la atención de todos es la calidad de las políticas públicas y de los bienes públicos que el Estado provee, la gestión, la transparencia y los controles. En el panel de los empresarios se tocaron diversos temas y todos muy interesantes de debatir. Surgió justamente el tema del Estado y de la mejor calidad de políticas públicas y de los bienes públicos en las áreas de educación, tecnología, innovación e infraestructura. También reconocieron que el mejoramiento de la actividad económica tuvo un impacto favorable en las empresas. La articulación público-privada en estos campos requiere crear ámbitos de interacción donde se complementan los roles de unos y otros en pos de un fortalecimiento de las ventajas productivas y del desarrollo regional y de un mayor y mejor aprovechamiento de las oportunidades que ofrecen el crecimiento de los mercados locales, regionales y globales. En este sentido hubo aportes importantes y diferenciados de Catalina Lonac, Daniel Lucci, y Salvador Muñoz. Ellos asimismo destacaron el compromiso de la empresa en la creación de valor y en la responsabilidad social, También coincidieron en señalar la importancia de la logística y de sus costos para apuntalar el desarrollo de regiones como el NOA alejadas de los principales centros de consumo hoy globalizados. Con todo, Salvador Muñoz concluyo que “hay que animarse a invertir”. José Ignacio de Mendiguren le dio un cierre a este panel enfatizando que frente a un ciclo internacional favorable tenemos dos grandes alternativas estratégicas: consolidar un crecimiento basado en los recursos naturales o, además, aprovecharlo para dar un salto hacia el desarrollo, cambiando la estructura productiva para incorporar más industrialización y valor agregado. También señaló que así como el desarrollo regional requiere de articulación entre el sector público, privado, y la universidad, en el marco de pactos territoriales del desarrollo, el salto cualitativo hacia el desarrollo nacional requiere de grandes consensos en torno de objetivos concretos. Y allí fue que Catalina Lonac agregó que el desarrollo requiere asimismo de la responsabilidad de cambiar a tiempo, de implementar un cambio positivo de la producción en base a la innovación. El optimismo fundado en condiciones objetivas que hacen a las ventajas competitivas de la Argentina y un favorable contexto internacional debe reafirmarse continuamente desde lo cotidiano, tanto en el ámbito de la empresa, de las relaciones con el Estado y los sindicatos y en el ambiente social y geográfico donde cada empresario sueña, crea, invierte, produce y expone cuáles son las necesidades mayores para que su actividad crezca de manera social, económica y ambientalmente sustentable. En tal sentido, se identificaron algunas necesidades que hacen al desarrollo del país y la región. La estabilidad macroeconómica y de las reglas de juego es una condición necesaria para dicho desarrollo pero no es suficiente. Acercar los centros de consumo a esta región del país resulta una tarea crucial de cara a un desarrollo más igualitario a nivel regional. Para ello la logística de transporte, pasos fronterizos, rutas, la recuperación del Belgrano Cargas resultan cuestiones centrales e impostergables. La inversión en educación básica (y no sólo universitaria) en un contexto donde el mundo premia a quienes lo lideran en materia de tecnología y habilidades de su capital humano es otro tema central para el crecimiento económico y desarrollo de la región. Finalmente, en el panel de los Gobernadores, muchas de estas cuestiones fueron abordadas desde la visión política también como temas prioritarios y con muchas coincidencias como lo fue el tema logística y la reactivación del Belgrano Cargas, lo que no hace más que reafirmar las condiciones por las cuales podemos enfrentar la próxima década con optimismo. Esperábamos que este Precoloquio nos permitiera conocer mejor qué pasa y cuál es la visión de las oportunidades y desafíos que enfrenta la Argentina de las próximas décadas desde todos los ángulos posibles.