La segunda entre las mayores petroleras del país elevó la producción de gas en Salta en un 15% a partir de la ejecución del proyecto MAC-1004, que contempló la perforación del primer pozo multilateral con completamiento inteligente de la Argentina. La iniciativa permitió extraer hidrocarburos de dos formaciones de la región del Noroeste –Huamampampa e Icla– a través de una sola perforación.
PAE lanzó hace más de un año la ejecución del proyecto MAC-1004, que consistió en la construcción del primer pozo multilateral con completamiento inteligente de la Argentina.
El objetivo: la extracción de hidrocarburos de dos formaciones de la región del Noroeste –Huamampampa e Icla– a través de una sola perforación.
Debido a las complejidades propias del área Acambuco, enSalta, la puesta en marcha significó un gran desafío para el equipo de trabajo multidisciplinario que intervino. El proceso abarcó desde la selección de la locación hasta la perforación, terminación y enganche del pozo.
El pozo multilateral permitió que la Unidad de Gestión de Acambuco incrementara en más de 500.000 metros cúbicos diarios (m³/d) su extracción de gas, lo que equivalió a un aumento del 15% sobre el total de la producción. Pero no sólo eso.
El haber realizado esta perforación implicó un gran ahorro de recursos, ya que mediante un único pozo se logró extraer la producción de dos formaciones a más de 5.500 metros de profundidad. Ello toma mayor dimensión si se considera que esta cuenca del Noroeste argentino presenta muchas dificultades para la perforación, principalmente por la profundidad de sus objetivos, su geología y la tectónica.
Las dos formaciones que fueron perforadas con el MAC 1004 poseen diferentes presiones. Por eso, el propósito del pozo multilateral consiste en completar estas dos formaciones en ramas horizontales aisladas y producirlas conjuntamente a través de una cañería de producción.
Se colocaron válvulas hidráulicas de orificio regulable en el tope de cada rama productiva, que permiten un control del draw-down de cada reservorio en forma selectiva y conveniente. Así, se evita recurrir a un orificio en boca que controlaría el pozo en todo su conjunto y podría causar, por ejemplo, la pérdida de productividad de una capa al intentar controlar una entrada de agua en la otra.
La disponibilidad de orificios en el fondo permite un control de flujo desde la formación de mayor presión (Huamam-pampa) hacia la formación de menor presión (Icla) en una situación de cierre de pozo en boca. Cada rama posee medidores de presión y de temperatura, y, una de ellas, de caudal.
En producción
La puesta en marcha se llevó a cabo en dos fases. La primera consistió en producir el pozo a través de un separador portátil para lograr una adecuada limpieza de los reservorios y asegurar el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad y las válvulas hidráulicas responsables del manejo de la presión de fluencia. La segunda etapa se desarrolló en paralelo, durante enero y febrero pasado, y permitió la automatización del control de esas válvulas (ya con la producción direccionada a la planta compresora).
Esta división en el proceso de terminación redujo las obras un total de 60 días, permitiendo que desde el 19 de diciembre de 2014 el pozo pudiera estar productivo. Adicionalmente, es importante mencionar que este exigente proyecto se cumplió sin bajar en ningún momento los estándares de seguridad.
Salta
A través de la UTE Acambuco, PAE es socio mayoritario y opera dos yacimientos, San Pedrito y Macueta, ubicados en medio de la selva Las Yungas. Cada bloque cuenta con una planta compresora y un gasoducto conectado a la planta de procesamiento de gas Piquirenda, una de las mejores del mundo en su tipo y con una capacidad de procesamiento de 5,5 millones de metros cúbicos por día. En el último año, la UTE invirtió alrededor de u$s 100 millones en la cuenca del Noroeste y, desde fines de 2014, se están perforando ocho pozos productivos con profundidades promedio de 6.000 metros.
Fuente y nota completa: revista petroquímica