Instrumentos dollar-linked, atados a la evolución del dólar, y bonos CER, que ajustan por inflación, sobresalen en el menú que proponen los analistas.
La Argentina está en la cuerda floja. Hoy, la posibilidad de evitar un default parece un escenario factible pero todo puede cambiar rápidamente al ritmo de la ciclotimia argentina. En períodos como estos, para un pequeño ahorrista atrapado de nuevo en la tormenta, el consejo más sensato es “mirarlo desde afuera”, líquido y en dólares.
Pero lo cierto es que más allá de la falta de definiciones, hay algunas inversiones en las que ya hoy vale la pena posicionarse, sobre todo para quien necesita una porción de su cartera en pesos, y que los analistas destacan hasta tanto el nuevo rompecabezas de la deuda soberana en dólares esté un poco más claro.
Instrumentos en pesos dollar-linked, que siguen la evolución del dólar, aparecen como opciones atractivas (desde la versión de bonos de empresas hasta fondos comunes) y bonos CER, esto es, en pesos atados a la inflación. En ambos casos, los títulos pagan una tasa más el ajuste que corresponde.
En el caso de bonos corporativos (ON), en estos días colocaron tanto Pan American Energy como IRSA y optaron por la versión dollar-linked. Incluso, en el primer caso la tasa fue cero ya que a los inversores no sólo les gusta el emisor sino que apuestan a una aceleración de la suba del dólar y les basta la cobertura cambiaria.
En el caso de los bonos CER, los más cortos, recomendables para minoristas, hoy están pagando tasas de dos dígitos (13%), que según los analistas, compensan el riesgo de una posición en pesos si prende los motores el dólar. La inflación esperada para los próximos 12 meses es del 49 %, según la encuesta del Banco Central.
Para los que tienen más espalda financiera y ganas de una dosis de riesgo, los analistas advierten que las acciones son las que más rápido van a capturar la recuperación de la actividad.
Sabrina Corujo, directora de Portfolio Personal Inversiones (PPI), se encarga antes que nada de marcar la cancha de la coyuntura: “Creemos que la probabilidad de un acuerdo es alta más allá de que haya una nueva prórroga en la aceptación pero la realidad es que el escenario económico general sigue siendo complejo por el efecto de la cuarentena. Y hay que tener en cuenta que esto no termina acá, sino que a la reestructuración soberana le van a seguir todas las provinciales. En ese escenario hay que mantener la cautela en las posiciones salvo aquellos que realmente estén dispuestos a asumir una alta volatilidad, que no va a desaparecer”.
“Para los más conservadores, que tengan necesidad de tener un flujo en pesos, están las cauciones, que hoy ofrecen hasta 25% anual, una tendencia que debería ir al alza dadas las nuevas regulaciones del Banco Central”, sugiere. Las cauciones son una suerte de plazo fijo en la Bolsa, un préstamo entre privados de muy bajo riesgo.
“Y los fondos comunes que se están readaptando a la nueva coyuntura. Más allá de los fondos de liquidez o money market, que rinden muy poquito, están los llamados t+1 que apuestan a bonos en pesos y muchos productos que ahora se están yendo a dollar-linked como opción de cobertura ante la aceleración de la devaluación oficial ante el salto en la brecha. Y para los que buscan dólares, los fondos que invierten en América latina siguen siendo buena alternativa”, asegura.
“Ahora, si uno es optimista y puede asumir el riesgo implícito, las acciones es uno de los instrumentos que más rápido podrían captar un escenario de recuperación. Es una posición bastante agresiva pero son interesantes los bancos y los papeles atados a lo cíclico si se espera un rebote de la actividad. Acá es más importante que nunca no olvidar los fundamentals (los números del negocio) de cada compañía, hacer un análisis más específico de dónde uno está invirtiendo”, advierte.
Y reconoce: “Habrá que ver cómo queda la nueva curva de renta fija (bonos) en dólares, buscar alguna oportunidad ahí”.
Para Diego Demarchi, gerente de Wealth Management de Balanz, “hay que ir mirando pero no es necesario comprar hoy. Hay tiempo para armar una posición. Más allá del arreglo de la deuda, muchas empresas van a seguir con problemas financieros y hay que enfocarse en las que se van a recuperar más rápido aún con el coronavirus. Ahí son interesantes compañías como YPF, Central Puerto o TGS”.
“Pero para ir adelantándose al arreglo de la deuda lo que hay que hacer es aprovechar la curva en pesos. Nos gustan los bonos corporativos dollar-linked, los bonos con CER, para un minorista siempre los más cortos, y los Cedears, que ofrecen cobertura cambiaria y una buena oportunidad tras la baja en el mercado norteamericano. Para los instrumentos que siguen a la Badlar (tasa mayorista) hay que esperar. Tiene que volver a armarse la curva, que ahora con la tasa mínima del 26,6 % que fijó el Central va a ocurrir”, señala.
Los Cedears son una herramienta accesible para invertir desde el mercado local en grandes empresas de Wall Street, lo que ofrece a la vez una forma indirecta de dolarizarse.
Según José Bano, gerente de research InvertirOnline, “alguien conservador, debería estar líquido, a lo sumo un 10% en algún fondo latinoamericano o un Cedear como Amazon o Microsoft. En cambio, un perfil más agresivo que necesite tener una parte de la cartera en pesos debería mirar los bonos CER. Hay títulos como el TC21, que paga una tasa del 18% más inflación, lo que compensa el riesgo de devaluación de la moneda”.
“Creo que la oportunidad en este momento pasa por las acciones. En cuanto a las empresas en Bolsa estamos recomendando IRSA. Si bien la pata local va a estar golpeada, el 60% del negocio está en realidad en Israel en sectores como telecomunicaciones e industria financiera. También Telecom, que presentó un buen balance aún descontando inflación y está en el sector adecuado”, puntualiza.
Por su parte, Cristian Brau, Head Portfolio Manager de Grupo SBS, comenta: “Creemos que hoy coexisten dos tipos de inversores, aquellos con negocios pesificados y con un horizonte de tiempo largo que busquen proteger el valor de capital por fuera de opciones CER y otros con posiciones de deuda local en dólares en sus carteras que aspiran a optimizar el recupero de sus pérdidas. Para ambos casos hay oportunidades en el mercado de acciones pero es necesario aplicar un análisis detallado de los balances y negocios de las compañías“.
“Otras de las oportunidades que vemos son fondos que inviertan en bonos soberanos, con una cartera núcleo CER. En este sentido, el dólar parece haber alcanzado (en términos reales) un nivel compatible con los vistos post convertibilidad. Si bien es arriesgado anticipar movimientos de corto plazo, es esperable que haya un impulso a la apreciación real. Este escenario fue leído correctamente por parte de la administración actual, que aprovechó la demanda local para colocar deuda en el segmento CER, creando una curva con varios puntos, que por su tamaño, pueden llegar a tener una liquidez aceptable“, explica.
Fuente: Clarin.com