De acuerdo al Iaraf, la presión fiscal no sólo subirá por primera vez bajo la administración de Mauricio Macri, sino que quedará un 0,4% del PBI por encima de la registrada en 2015.
TUCUMÁN.- El Proyecto de Ley del Presupuesto nacional 2019 prevé un aumento en la presión tributaria respecto de este año. El objetivo de alcanzar el equilibrio fiscal primario exige una corrección tanto por el lado del gasto como por el lado de los ingresos, señala un informe difundido por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Teniendo en cuenta que no toda la recaudación de impuestos nacionales queda en la Tesorería nacional, sino que una parte se envía a las jurisdicciones subnacionales por la vía de la coparticipación y otros arreglos y pactos fiscales, puede apreciarse que el próximo año tendrá un incremento de la presión fiscal de los impuestos cobrados nacionalmente equivalente al 1% del Producto Bruto Interno (PBI), la cual también tiene un sesgo favorable al nivel superior de gobierno, indica el reporte del instituto que dirige el economista cordobés Nadin Argañaraz.
El principal aporte al crecimiento de los recursos tributarios viene por el lado de un aumento en los recursos vinculados al comercio exterior. Esto se explica en el fuerte incremento en los ingresos provenientes de los derechos de exportación, que el año próximo más que duplicarán su valor real (+102,3% interanual), aportando el equivalente a 1,2% del PBI de crecimiento a los ingresos.
El gobierno nacional modificó el código aduanero, estableciendo una alícuota máxima del 33% a todas las exportaciones nacionales, ya sean de bienes o servicios. Este es un impuesto no coparticipable por norma, aunque desde 2009 una parte del mismo se había atado a una transferencia automática a provincias (el Fondo Federal solidario distribuía el 30% de las retenciones cobradas exclusivamente al complejo sojero), la cual se eliminó en agosto pasado con lo cual todo lo que recaude el impuesto queda en las arcas del gobierno federal.
Adicionalmente, el IVA (neto de Reintegros y Devoluciones) en conjunto con los Derechos de Importación crecerían en términos reales un 0,4% y 9%, respectivamente, y aportarían 0,2 puntos porcentuales (p.p.) del PIB en 2019. Se prevén mejoras en la administración tributaria del IVA y se faculta a la AFIP a establecer regímenes de reintegro para consumidores finales destinados a fomentar comportamientos vinculados con la formalización de la economía y el cumplimiento tributario.
En último lugar, el impuesto sobre los bienes personales presenta un crecimiento real estimativo igual al 25,7% en relación a este año. La posible razón del crecimiento real del impuesto a los bienes personales subyace en la posibilidad de incrementar la alícuota del 0,25% al 1%, aunque solo para el caso de bienes radicados en el exterior, ya sea a lo otalidad de éstos o limitada a los inmuebles. Esta disposición se traduciría en mayores ingresos tanto para la Nación como para la Provincias vía coparticipación. No obstante, aún vale aclarar que la disposición no se encuentra formalizada, advierte el Iaraf.
La caída relativa en el resto de los impuestos nacionales responde a la continuidad de la reforma tributaria sancionada a fines de 2017. La misma prevé modificaciones en dos impuestos de especial envergadura:
• Las reducciones en las contribuciones patronales como fruto del aumento del mínimo no imponible y la convergencia a una alícuota efectiva más baja; que implicarían una caída del 2,8% para 2019 en términos reales (equivale a una caída del 0,1% del PBI).
• La reducción de la alícuota del impuesto a las Ganancias, que explicaría la caída real del 7,3% esperada para 2019, aun cuando en el presupuesto se morigeran los efectos negativos esperados para el tributo ya que se posterga la ampliación del porcentaje del impuesto al cheque que se puede tomar a cuenta del mismo (se prorroga por un año el cronograma de incremento del porcentaje de pago a cuenta computable del impuesto a las ganancias, el cual debía pasar del 33% actual al 50%, y se eliminan ciertas exenciones especiales a sectores laborales y económicos. En efecto, Ganancias cedería 0,3% del PBI en 2019.
Ambos tributos denotarían una baja equivalente al 0,4% del PBI respecto de este año.
Fuente: La Gaceta Salta