Los datos muestran que si bien subió la venta de cemento, hubo una caída en los permisos de obras privadas. Son varias las provincias con números en rojo.
Si bien la construcción tuvo un fuerte crecimiento durante 2015 en gran parte del país, no todos los indicadores son positivos. Un reciente informe de NOAnomics muestra los contrastes entre obra pública y privada, también las particularidades de cada provincia.
Salta durante el año pasado incrementó la venta de cemento en un 7,4%, por debajo de la media nacional, que llegó a 7,8. La provincia con mayor incremento fue San Luis, donde se llegó a comercializar un 28,7% más de cemento que en 2014.
La hipótesis del informe de la consultora de Félix Piacentini es que en la mayoría de las provincias el impulso sobre la actividad se sostuvo principalmente por la demanda de obra pública, relacionada al año electoral; mientras que la construcción privada tuvo un retroceso.
Esto se percibe cuando se contrasta los índices de permisos de construcción entregados a privados: en Salta se otorgaron un 42% menos que en 2014; mientras la obra pública creció un 42%.
“La construcción fue capaz de conseguir un resultado positivo en 2015 mayormente debido al impulso que tuvo sobre la actividad el importantísimo crecimiento de la obra pública de un año electoral, ya que la privada se retrajo – analiza Piacentini-. Después de la implementación del cepo el sector sólo creció durante los años electorales, los impares, lo que demuestra el daño de la medida sobre la construcción privada que nunca fue capaz de revertir el resultado global los años pares (los no electorales) en que la inversión pública se contraía”.
En las conclusiones del informe de NOAnomics, se afirma que de cara al 2016 es presumible proyectar una trayectoria de crecimiento de la obra pública más moderada para las provincias. “Superadas las presiones electorales el empuje podría venir más desde programas de infraestructura anunciados por el gobierno nacional, pero ya no se observarían las tasas de aumento fenomenales del 2015. Por eso la mayor esperanza debería porvenir de la reactivación de la tan castigada construcción privada, fundamentalmente a través del estímulo al crédito hipotecario a tasas y plazos convenientes. El Banco Central ya mostró señales al respecto con la idea de implementar créditos expresados en una unidad de cuenta autoindexable, y más estable, al estilo del exitoso sistema vigente en Chile que logró que el crédito hipotecario llegue hasta el 20% del PBI. Indudablemente con hipotecas para viviendas que sólo representan medio punto del PBI, con plan PROCREAR incluido, la construcción pierde un combustible vital que urge recuperar para que no dependa tanto de los vaivenes de la política”, concluyó.
Fuente: La Gaceta